Por Nick Mulvenney
MOSCÚ (Reuters) - El capitán de Croacia, Luka Modric, dice que la decisión y la confianza en uno mismo son siempre más importantes que la estatura en el fútbol, y eso será tan cierto en la final del Mundial del domingo como en cualquier otro partido.
Con 1,72 metros y 66 kilos, el creador de juego de Croacia puede parecer una figura diminuta en el campo, pero tiene pocos rivales en habilidad, gestión del juego y resistencia.
Modric, ganador de cuatro títulos de la Liga de Campeones con el Real Madrid, jugará el domingo el partido más importante de su vida contra Francia y el tamaño será lo último que le preocupe.
"Siempre ignoré esos comentarios", dijo a periodistas en vísperas de la primera final de la Copa del Mundo de su país. "No tienes que ser un gigante para jugar al fútbol, estoy contento con hasta dónde he llegado y nunca me importó lo que alguien más haya dicho, eso solo me motiva más".
Francia es el claro favorito para ganar su segunda Copa del Mundo en el Estadio Luzhniki de Moscú, pero Croacia confía en la capacidad de recuperación que le permitió superar tres tiempos extra y dos definiciones a penaltis en la fase eliminatoria.
Muchos integrantes de esta generación de jugadores croatas crecieron durante la guerra tras la desintegración de Yugoslavia, algo que -según dicen- les ha dado una mayor fortaleza mental.
"He visto muchas cosas difíciles en mi vida", agregó Modric, quien vivió en refugios durante varios años cuando era niño.
"Lo más importante es nunca rendirse, nunca ceder ante las circunstancias, creer en sí mismo y dar la batalla a cualquier cosa que aparezca en el camino", agregó.
(Editado en español por Javier López de Lérida)