Investing.com - En momentos de alta volatilidad de los mercados, los expertos aportan sus recomendaciones de inversión.
Álvaro Antón, Country Head de abrdn para Iberia, señala que "la situación de la economía mundial parece mucho mejor que la del verano pasado. Por tanto, debemos ser prudentes. Como inversores, debemos posicionarnos frente a tendencias emergentes, pero apoyándonos en hipótesis bien fundadas. Hoy, las esperanzas de un aterrizaje suave están bien arraigadas, algo que se observa tanto en los comentarios de los expertos como en los precios de los activos", apunta Antón.
"Por supuesto, algunos datos económicos han proporcionado señales esperanzadoras. El retroceso de las cifras de inflación general y el descenso del número de ofertas de empleo en Estados Unidos permiten albergar las esperanzas de un aterrizaje suave. Al menos es posible que las presiones del mercado laboral disminuyan sin necesidad de que se produzca una recesión. El consumo podría verse impulsado por un aumento de los salarios reales en lugar de por un fuerte crecimiento del empleo, y la economía podría funcionar a pleno rendimiento", añade el analista.
Pero advierte: "Aunque en teoría es posible, creemos que esta noción de reversión indolora al equilibrio económico es probablemente un espejismo. Resulta improbable que los bancos centrales, y por extensión el resto de nosotros, se salgan con la suya con tanta facilidad".
Según explica Antón, "una vez que la economía se desfasa, es difícil volver a ajustarse a ella, y esperamos que cuando todo esté dicho y hecho, se demuestre que la política monetaria se ha excedido de nuevo en este ciclo. Los efectos nocivos que las subidas de tipos acabarán causando en la economía harán que las preocupaciones evolucionen del exceso y la rigidez de la inflación al temor a que los bancos centrales no alcancen sus mandatos de inflación del 2%".
"En nuestra opinión, los mercados que prevén unos resultados favorables son vulnerables a un deterioro de las condiciones económicas y de la confianza. Cuando no se materialice el crecimiento de los beneficios previsto en la renta variable, estas valoraciones elevadas tendrán que moderarse y se producirán fuertes caídas. Por su parte, los bonos del Estado, que ya se negocian con rendimientos inferiores a los tipos de interés oficiales, sobreestiman, a pesar de todo, los tipos de interés al contado de los próximos años y representan un buen valor", apunta.
"Desde que la inflación tocó techo hace 10 meses, hemos vivido un repunte descomunal en todas las clases de activos. Los mercados descuentan ahora un aterrizaje suave, y son vulnerables a cualquier acontecimiento que no sea beneficioso", reitera este experto.
La relación precio/beneficios (PER) del S&P 500, situada hoy en 21 veces, es sólo un poco inferior al nivel de finales de 2021, que rondaba las 23 veces. Y eso que el tipo de interés real a 10 años en Estados Unidos es de casi 3 puntos porcentuales superior al de entonces, explica Antón. Tradicionalmente, los rendimientos más elevados se traducen en menores beneficios futuros descontados, lo que implica múltiplos de valoración más bajos.
"Desde este punto de partida, somos prudentes en cuanto a las oportunidades en la renta variable de los mercados desarrollados. Aunque la tendencia alcista sigue siendo fuerte, el hecho de que un aterrizaje suave esté descontado en los precios, y que creemos que este resultado es irrazonablemente optimista, significa que vemos los rendimientos futuros sesgados a la baja. Consideramos que habrá mejores niveles de compra en los próximos doce meses", concluye Antón.