Madrid, 27 ene (.).- El consejero delegado de Aedas Homes (MC:AEDAS), David Martínez, cree que es una "locura" que el ciclo de producción de la vivienda en España dure como mínimo cuatro años, frente a los doce meses del mercado norteamericano y los dos años del británico, y ha apostado por reducirlo a tres años para captar más capital inversor.
"Si somos capaces de reducir esos 48 meses a 36 tendremos mucho más capital dispuesto a entrar y a impulsar nuestra actividad", ha planteado en un encuentro inmobiliario organizado por IESE.
Martínez ha explicado que es necesario reducir los plazos de búsqueda de suelo, de obtención de licencia -ambos de doce meses en el mejor de los casos- y también el del proceso constructivo, dejando de "construir como los romanos" para industrializar el proceso.
Convencido de que la promoción inmobiliaria tiene que pasar "de la concepción de negocio a la de industria", ha lamentado que el sector no consiga crear el marco de estabilidad que necesita para ello: "nos queda mucho para tener un sector estable", ha afirmado.
Martínez ha puesto de manifiesto las "muchísimas" dificultades con que se encuentran los promotores para proporcionar más vivienda al mercado, mientras que Eduard Mendiluce, consejero delegado de Anticipa -filial de Blackstone (NYSE:BX) dedicada a la gestión de activos inmobiliarios y préstamos hipotecarios- y Aliseda -inmobiliaria del fondo norteamericano (51 %) y el Banco Santander (MC:SAN) (49 %)- se ha quejado del marco jurídico para la vivienda de alquiler profesional.
"Tenemos un marco jurídico a tres niveles complejo, cambiante, incierto, que intenta discriminar entre propietarios individuales y grandes tenedores, que intenta sobrerregular, regular el mercado de alquiler, los precios, y eso frena la inversión", ha criticado Mendiluce, que ha advertido del efecto que puede tener entre comunidades que solo algunas se acojan a la limitación de rentas que permitirá la futura ley de vivienda.
Tras defender la colaboración público-privada para incentivar la inversión, en vez de "ir con el palo todo el día", Mendiluce ha dicho que tiene 2.000 alquileres sociales y 1.000 programas de inmersión laboral que no les "tocaba hacer" y que fueron los primeros en adherirse al programa de realojo de Cataluña, "un programa bueno, pero que no funciona".
El llamado hombre de Blackstone en España ha incidido en que lo confuso y contradictorio del marco jurídico en Cataluña les genera el efecto de dirigir la inversión a Madrid, al tiempo que ha calificado de "bueno" el nuevo Bono Alquiler Joven, los incentivos fiscales para alquilar por debajo del precio de mercado y otras medidas del Gobierno central.
Mendiluce y el gerente de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, Javier Burón, han evidenciado la tensión y desconfianza que existe entre ambos actores del mercado.
"Los 1.500 millones de euros, las 30.000 familias a las que atendemos y los 41.000 puestos de trabajo que generamos se están haciendo con el 80 % de recursos municipales y sentimos una cierta soledad", ha reprochado Burón, a lo que Mendiluce ha replicado que ellos sí que se sienten "solos" y que incluso han sufrido algún "escrache".
Leticia Ponz, directora del fondo inmobiliario alemán Union Investment, ha hecho hincapié en que necesitan "reglas del juego claras" para que el capital no prefiera otros mercados y ha recordado que en 2021 su fondo ha preferido comprar producto residencial en los países nórdicos y Holanda.