París, 28 oct (.).- El grupo aeronáutico europeo Airbus (PA:AIR) obtuvo un beneficio de 2.635 millones de euros en los nueve primeros meses del año que no solo permiten marcar una fractura con los abultados números rojos de 2020, sino que están por encima de los 2.186 millones que había conseguido en ese mismo periodo de 2019 antes de que se declarara la crisis sanitaria.
Airbus presentó este jueves unos resultados que reflejan el fuerte incremento de las entregas de aviones y de helicópteros, después del periodo negro provocado por la covid. Además, revisó al alza sus expectativas financieras para el conjunto de 2021.
En un comunicado, explicó que el resultado neto operativo (ebit) pasó a 3.437 millones de euros, frente a los 2.185 millones negativos entre enero y septiembre de 2020.
La facturación subió un 17 % hasta 35.155 millones de euros y en su principal división, la de la aviación comercial, el incremento fue del 21 %, hasta 24.618 millones de euros. Su ebit fue de 2.889 millones de euros, que hacen olvidar los 2.399 millones negativos del mismo periodo un año atrás.
Eso refleja sobre todo los 424 aviones comerciales entregados durante ese periodo, que hay que comparar con los 341 que se pusieron en manos de los clientes entre enero y septiembre de 2020, cuando su actividad se vio seriamente perturbada por la pandemia.
El grueso de esos aviones (341) fueron de la familia de pasillo único A320, pero también hubo 34 del modelo más pequeño A220 (el que había comprado al canadiense Bombardier (TSX:BBDb)), que comercialmente está funcionando muy bien.
Son precisamente estos aparatos (los A320 y los A220) los que más solicitan ahora las compañías aéreas en esta fase de la recuperación en que apenas se han restablecido los vuelos intercontinentales de larga distancia operados por aviones más grandes.
De hecho, las entregas de los aviones de doble pasillo fueron mucho menos espectaculares entre enero y septiembre: 11 del A330, 36 del A350 y 2 del gigante A380, que ya se ha dejado de fabricar.
En ese contexto, Airbus indicó que tiene intención de elevar todavía más de lo anunciado hasta ahora la cadencia de producción de la familia de los A320 que pasará a ser de 65 mensuales en el horizonte del verano de 2023 (frente a 45 al mes actualmente).
Igualmente subirá el ritmo del A220, que pasará de los cinco mensuales actualmente a seis a comienzos de 2022.
Habrá que esperar algo más para el despegue de los grandes aparatos: el A330 pasará de dos a tres para finales de 2022 y el A350 de cinco a seis para comienzos de 2023.
Las buenas noticias llegaron también de la división de helicópteros, con un incremento del 14 % de los ingresos, hasta 3.623 millones de euros, y del 31 % en el ebit, hasta 312 millones.
De nuevo el motivo fueron las mayores entregas, en concreto 194 helicópteros, frente a 169 entre enero y septiembre de 2020.
En la defensa y el espacio, la evolución de las cuentas no fue tan favorable. Los ingresos disminuyeron un 1 %, a 6.881 millones de euros, pero en todo caso el ebit fue positivo con 204 millones de euros, cuando había tenido que encajar 36 millones negativos un año antes.
Además, desde el punto de vista comercial, en este negocio Airbus consiguió un encargo de 56 aviones C295 que se fabrican en España para la India y otro de dos A400M que se ensamblan en Sevilla, para Kazajistán.
La cartera de pedidos de la actividad de defensa y espacio supone ahora 10.100 millones de euros, frente a los 8.200 millones hace doce meses.
El consejero delegado, Guillaume Faury, explicó que la gran prioridad de la empresa es el aumento de la cadencia de producción de los aviones de la familia A320, que es su verdadera gallina de los huevos de oro, y garantizar que las capacidades industriales y de aprovisionamiento están ajustadas con esas ambiciones.
En ese contexto, se mantiene el objetivo de entregar 600 aviones comerciales en el conjunto de 2021 pero crece la ambición financiera. Airbus espera conseguir un ebit ajustado de 4.500 millones de euros, 500 más de los que había anticipado a finales de julio.