SEATTLE - Alaska Airlines (NYSE:ALK) ha suspendido las operaciones de su flota de Boeing 737-9 MAX hasta el sábado, tras un incidente en vuelo ocurrido el domingo 5 de diciembre de 2023 (UTC), que provocó una orden de la Administración Federal de Aviación (FAA) de inmovilización en tierra en todo el país. Un panel de la puerta se separó del vuelo 1282 en ruta a Ontario, California, provocando la despresurización de la cabina y el terror entre los pasajeros. El incidente se produjo aproximadamente a las 16:00 PT (OTC:PTGCY) (00:00 UTC) cuando el avión experimentó una descompresión a una altitud de unos 16.000 pies, lo que provocó un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Portland.
Alaska Airlines se enfrentó a Boeing por un grave defecto en un panel de la cabina después de que el MAX 9 presentara un agujero en pleno vuelo. El avión llevaba en servicio sólo ocho semanas antes del incidente. Tras las conversaciones mantenidas el miércoles entre el consejero delegado de Boeing, Dave Calhoun, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, y el administrador de la FAA, Whitaker, se están aplicando estrictos controles de calidad tanto en Boeing como en Spirit AeroSystems.
En respuesta al incidente y a la directiva de la FAA, Alaska Airlines ha cancelado hasta una quinta parte de sus vuelos diarios con origen en el Aeropuerto Internacional de Portland durante cinco días consecutivos. La aerolínea está informando activamente a los pasajeros afectados y ha introducido una política de viajes flexible para facilitar la nueva reserva a los afectados por las cancelaciones.
La FAA inició una investigación sobre el cumplimiento de la normativa de seguridad por parte de Boeing tras el aterrizaje de emergencia provocado por el desprendimiento de un panel de cabina de un 737 MAX 9 de Alaska Airlines. Como resultado de esta investigación, un total de 171 aviones con paneles idénticos han sido inmovilizados para ser inspeccionados. Esto afecta principalmente a las operaciones de Alaska Airlines y United Airlines, lo que provocó importantes cancelaciones por parte de United Airlines el jueves.
Este problema no es exclusivo de Alaska Airlines; United Airlines también ha experimentado problemas de mantenimiento similares con sus aviones Boeing 737 MAX 9. Las inmovilizaciones y cancelaciones de vuelos representan una medida de precaución, ya que ambas aerolíneas trabajan para garantizar la seguridad e integridad de sus flotas.
Los pasajeros han presentado una demanda colectiva contra The Boeing Company (NYSE:BA) por prácticas de fabricación inadecuadas. La demanda se ha presentado a través de Daniel Laurence, del bufete Stritmatter, y alega perjuicios económicos y angustia emocional grave causados por la emergencia en vuelo. Los pasajeros exigen una indemnización por pérdidas económicas y lesiones físicas como hematomas y hemorragias internas de oído infligidas por la rápida despresurización. Las alegaciones incluyen también el mal funcionamiento de las máscaras de oxígeno durante la despresurización, lo que intensificó el temor de los pasajeros a no sobrevivir. Algunos pasajeros sufrieron lesiones graves, como conmociones cerebrales y convulsiones provocadas por el estrés.
El consejero delegado de Boeing, Dave Calhoun, asumió públicamente la responsabilidad de este error durante una reunión interna de la empresa celebrada el martes en la sede de Renton. Se refirió al asunto como un "escape de calidad". Tanto la FAA como la NTSB están investigando cómo se desprendió el tapón de la puerta y si hubo fallos en la garantía de las normas de seguridad del avión por parte de Boeing.
El tapón de la puerta desprendido, de 63 libras de peso, fue recuperado cerca de Portland; está previsto que sea analizado en el laboratorio de la NTSB como parte de su investigación sobre este grave incidente que afecta tanto a la seguridad de los pasajeros como a la credibilidad del avión de Boeing. La NTSB publicó el lunes una foto en la que se aprecian los importantes daños del vuelo 1282.
Las investigaciones posteriores al incidente provocaron una caída de las acciones de Boeing del 1,6% el jueves. Las compañías aéreas que realizaban comprobaciones preliminares encontraron piezas sueltas en varios aviones, lo que arroja dudas sobre los procesos de fabricación de Boeing. En medio de estos problemas de calidad, la FAA reiteró que Boeing debe cumplir estrictas normas de seguridad. Sin comprometerse a fijar un plazo para el levantamiento de la orden de inmovilización, el Secretario de Transporte Pete Buttigieg subrayó que garantizar la seguridad es su máxima preocupación. Estos acontecimientos agravan las dificultades de Boeing para recuperar su posición en el sector desde la anterior inmovilización de su serie MAX y su retraso con respecto a Airbus (EPA:AIR) en cuanto a entregas de aviones.
Se recomienda a los pasajeros que comprueben el estado de sus vuelos y utilicen las opciones de viaje flexibles que ofrece Alaska Airlines durante este periodo. Las inspecciones realizadas por United y Alaska Airlines tras la inmovilización han revelado la existencia de piezas sueltas en varios aviones Boeing, lo que indica posibles problemas de instalación; la FAA sigue investigando la conformidad de la seguridad de los aviones.
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