MADRID (Reuters) - Telefónica (MC:TEF) sorprendió el martes a los mercados al anunciar que su presidente ejecutivo, César Alierta, abandona el cargo tras casi 16 años al frente de la multinacional.
A sus 70 años, Alierta propone al actual número dos, José María Álvarez-Pallete, como nuevo presidente ejecutivo con efectos previsiblemente desde el 8 de abril, fecha en la que se reúne el consejo de administración de la operadora.
Las acciones de Telefónica reaccionaron con alza a la noticia y sumaban más de un uno por ciento, ocupando las primeras posiciones del índice paneuropeo de telecos, pese a cotizar minutos antes de la noticia en negativo.
Alierta, principal figura de la conocida como "gerontocracia del Ibex", seguirá formando parte del consejo de administración y se mantendrá al frente de la Fundación Telefónica.
Álvarez-Pallete, economista de 52 años, lleva 17 en la cúpula directiva y más de tres en el puesto de consejero delegado y es considerado por Alierta como "el directivo más preparado para afrontar con éxito los retos que impone la revolución digital".
El nuevo jefe de la principal operadora española ha tenido cargos relevantes en divisiones clave del grupo, destacando en sus labores en el ámbito internacional y de finanzas de Telefónica, aunque se muestra especialmente orgulloso de la incubadora de start-ups Wayra creada personalmente.
Una vez que acceda al nuevo puesto, deberá nombrar al menos a un nuevo consejero delegado que le sustituya.
ESTRATEGIA SIMILAR PERO CON UN PERFIL MÁS FINANCIERO
Conocido por su afición a correr maratones, Pallete ha tenido un importante peso específico en la estrategia llevada a cabo por la multinacional en los últimos años, centrándose en menos países con mayor proyección de crecimiento y promoviendo la comercialización de contenidos con los que llenar sus redes de alta velocidad.
Los analistas consultados creen que mantendrá una estrategia similar, aunque ponen el acento en la política de dividendos del grupo, una de las obsesiones de Alierta, que se vio obligado a abandonar momentáneamente en 2012 para reducir deuda en un momento crítico para la operadora.
"No creo que vaya a haber grandes cambios estratégicos, sí que hay más incertidumbre con el tema del dividendo, ya que Alierta siempre ha sido el gran defensor de mantener un dividendo alto", dijo Javier Borrachero, analista de Kepler Chevreux.
Telefónica mantiene la segunda mayor rentabilidad por dividendo del Ibex-35 con un 7,5 por ciento, sólo por detrás de Repsol (MC:REP), que ya se vio obligado a reducirlo y paga parte en acciones.
CAMBIO GENERACIONAL EN UN FRÁGIL MOMENTO POLÍTICO
El cambio en lo más alto de la cúpula de una multinacional todavía muy ligada a los poderes públicos, llega en un momento de interregno parlamentario, a la espera de que se forme un nuevo Gobierno o se celebren nuevas elecciones.
"Es un momento de hacer un cambio en el que no tienes el riesgo de que venga el político de turno que te quiera poner al suyo. Alierta vino puesto por el PP, Pallete es más un gestor al que no se le conoce afiliación política", afirma un analista que pide mantener el anonimato.
Alierta ha sido uno de los empresarios más influyentes de la España del boom económico. Antiguo agente de cambio y bolsa, con compañeros tan ilustres como el presidente de BBVA (MC:BBVA), Francisco González, el empresario zaragozano fue nombrado en 1996 presidente de la entonces pública Tabacalera hasta su privatización.
Justo antes de la crisis de las tecnológicas, en el año 2000, y también con el visto bueno de un gobierno del Partido Popular, pasó a presidir una Telefónica que entonces capitalizaba el equivalente a algo más de 90.000 millones de euros, según datos de Thomson Reuters.
Tras llegar a ser la primera empresa industrial del país en superar los 100.000 millones de euros de capitalización antes del estallido de la crisis en 2007, la operadora tiene un valor de mercado actual de unos 48.340 millones de euros.