Madrid, 11 abr (.).- La patronal de fabricantes de automóviles española, Anfac, ha dado la bienvenida al reglamento para reducir las emisiones de autobuses y camiones, pero considera que debe ir acompañado de medidas que impulsen el mercado de estos vehículos y el desarrollo de infraestructuras de recarga y repostaje.
Anfac, en un comunicado, ha señalado este viernes que el reglamento suponer incrementar, aún más, "el esfuerzo de inversión y desarrollo tecnológico que ya se está realizando por parte de las marcas fabricantes de estos vehículos, de los cargadores y todos los actores implicados del transporte terrestre en su proceso de descarbonización hasta 2040".
Para Anfac, "fijar objetivos ambiciosos y simplemente confiar en que se harán realidad no es una estrategia".
El director general de Anfac, José López-Tafall, ha manifestado que desde la automoción hay un pleno compromiso con la descarbonización, pero éste no debe ser sólo de los fabricantes.
Por eso, ha dicho que si se quiere transitar hacia un transporte por carretera sin emisiones, las ayudas públicas a la descarbonización de las flotas son imprescindibles para dar estabilidad y confianza a los transportistas que quieren cambiar sus vehículos.
En España, donde el 94 % de las mercancías se mueven por carretera y el 85 % de los portes los hacen empresas españolas, en 2023 apenas se matricularon 341 unidades de vehículos pesados y 538 autobuses electrificados, lo que representa, respectivamente, el 1,2 % y el 14,3 % del mercado electrificado en cada uno de esos tipos de vehículos.
Además, el incremento de la matriculación de autobuses eléctricos es sólo de ámbito urbano y se debe a las flotas adquiridas por los ayuntamientos.
En España, de los 29.301 puntos de recarga de acceso público que hay, apenas el 5 % es de carga ultrarrápida (más de 150 kilovatios).
Además, según Anfac, a falta de información pública más precisa, ninguno de esos puntos está adaptado para las dimensiones y necesidades que los vehículos de transporte de mercancías y pasajeros requieren, así como para la potencia necesaria, superior a 350 kilovatios, para reducir los tiempos de recarga de estos vehículos.
Anfac ha señalado que, a la vista de los datos sobre vehículos pesados y autobuses matriculados, es crítico dar continuidad a las ayudas públicas a la electrificación de este tipo de vehículos.
En este sentido, la asociación recuerda que el próximo 30 de abril acaba el actual plan de ayudas a la compra de este tipo de vehículos MITMA MOVES, sin que se haya anunciado su continuidad.
El final del plan tendría un impacto muy negativo en el proceso de descarbonización, ha dicho Anfac, que considera, además, que España debe contar con un órgano de planificación, impulso, gestión y coordinación para desplegar una red suficiente en número, potencia y capilaridad de infraestructura de recarga y repostaje de acceso público también para vehículos pesados.