Madrid, 15 jul (.).- Las empresas de Asagua, dedicadas a la construcción de infraestructuras del agua y a su operación y mantenimiento, han pedido este lunes más inversión público-privada para garantizar la correcta prestación de los servicios de abastecimiento, saneamiento y depuración de aguas.
En una nota remitida este lunes, Asagua destaca el deterioro que sufren las infraestructuras del agua en España debido al déficit de inversión acumulado en los últimos quince años, que calculan que podría alcanzar los 35.000 millones de euros.
Las inversiones previstas en los Presupuestos Generales del Estado "no son sostenidas ni sostenibles en el tiempo", no crecen en la misma proporción que la inflación y fluctúan cada año, además de que no son vinculantes, lo que significa, en la práctica, que se gasta menos de lo presupuestado, explican.
En 2023 el grado de cumplimiento de los presupuestos dedicados al agua fue "poco satisfactorio" y, sin embargo, España continúa afrontando multas "por no tener bien depuradas todas sus aguas".
Asagua aboga, asimismo, por que se establezcan umbrales técnicos en los contratos que busquen la oferta con mejor relación calidad-precio con objeto de evitar que una oferta técnica "mediocre" obtenga la adjudicación "por llevar asociada una oferta económica de difícil cumplimiento".
La asociación explica, además, que las inversiones públicas son insuficientes para cubrir las necesidades de las infraestructuras del agua, por lo que pide que se fomente la colaboración público-privada, o lo que es lo mismo, el modelo concesional.
Para ello, solicita la aprobación del marco legal que regule la colaboración público-privada, lo que requiere modificar la Ley de Desindexación, que hace inviable el modelo concesional actual por retribuir poco al capital.
La insuficiente inversión pública conlleva la desaparición de empresas y, con ello, la pérdida de empleos cualificados, restando capacidad a un sector español del ciclo urbano del agua, puntero a nivel internacional que genera en España 27.000 empleos directos, 35.000 indirectos y factura 7.500 millones de euros al año, dice la nota.
Además, recuerda que los actuales niveles de inversión inciden negativamente en la inversión de las empresas en I+D+i.