París, 6 feb (.).- BNP Paribas (PA:BNPP) tuvo 7.759 millones de euros de beneficio el pasado año, lo que significa un aumento del 0,7 % respecto a 2016, aunque si se dejan de lado los elementos excepcionales el incremento fue del 4,4 %, anunció hoy el banco francés.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) disminuyó un 5,8 %, hasta 13.217 millones de euros debido a un incremento de los gastos de gestión del 1,9 %, hasta 29.944 millones, en particular por los costos de transformación de 856 millones, frente a los 539 millones contabilizados para esa partida en 2016.
Igualmente, los ingresos bajaron un 0,6 %, hasta 43.161 millones de euros, algo que la entidad vinculó, en un comunicado, sobre todo a que en 2016 había conseguido una plusvalía de 597 millones de euros por la cesión de acciones de Visa (NYSE:V) Europa, frente a los 233 millones que obtuvo por la venta de los títulos de Shinhan y Euronext (PA:ENX) en 2017.
Además, la revaluación de la deuda y el riesgo del crédito en derivados restaron el pasado año 175 millones de euros a sus ingresos, cuando le habían restado 59 millones el ejercicio precedente.
Al margen de esas partidas excepcionales, los ingresos crecieron un 0,5 %.
El costo de riesgo de la entidad se redujo en un 10,9 % hasta 2.907 millones de euros, una evolución que BNP Paribas relacionó con el buen control que mantuvo, el entorno de bajos tipos de interés y a la mejora de su negocio en Italia, donde están privilegiando "las mejores clientelas de empresas", señaló.
Al terminar 2017, el banco francés tenía un nivel de solvencia, medido en "common equity Tier 1", del 11,8 %, es decir, tres décimas más que un año antes.
Su capacidad de movilizar liquidez de forma instantánea era de 285.000 millones de euros, lo que significa "más de un año de margen de maniobra respecto a los recursos de mercado".
BNP Paribas confirmó sus objetivos del plan de desarrollo para el horizonte de 2020, con un crecimiento de los ingresos "superior o igual al 2,5 % cada año" y ahorros recurrentes de los costos de 2.700 millones de euros a partir de 2020, lo que permitirá bajar el coeficiente de explotación al 63 %.
El objetivo es un rendimiento de los fondos propios superior al 10 % en 2020, con un nivel de solvencia del 12 %.
El banco francés indicó que este año, en espera de que le dé el visto bueno la junta, se pagará un dividendo de 3,02 euros por acción, lo que significa un 11,9 % más que en 2016 y una tasa de distribución que alcanzará así un 50 %, de acuerdo con el plan.