Brasilia, 17 abr (.).- El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, ha encabezado este miércoles un acto de conmemoración de los 50 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas con China, un país al que ha animado a incrementar un comercio bilateral que no deja de crecer desde 2008.
Alckmin, quien también ocupa el cargo de ministro de Industria y Comercio Exterior, ha subrayado que las exportaciones brasileñas hacia China superaron el año pasado los 100.000 millones de dólares por primera vez y ha afirmado que existe espacio para una mayor ampliación.
El vicepresidente también ha destacado el "trabajo conjunto" de los dos países "en los tres grandes temas que tiene hoy el planeta, que son la seguridad alimentaria, la seguridad energética y la seguridad climática".
Según Alckmin, "la relación entre Brasil y China es un ejemplo de éxito, de amistad, de sociedad, de comercio y de inversiones".
De acuerdo con datos oficiales, China es el mayor socio comercial de Brasil desde 2008.
El mercado chino fue el destino del 30 % de las exportaciones brasileñas en 2023, cuando las ventas al país asiático sumaron 104.000 millones de dólares, constituidos en su mayor parte por alimentos y materias primas.
China, por su parte, mantiene en Brasil inversiones cifradas en unos 40.000 millones de dólares, que en los últimos años se han volcado sobre todo en el área de energía, en la que el país asiático pretende aumentar su participación.
En el acto de conmemoración intervino el embajador chino en Brasil, Zhu Qingqiao, quien ha resaltado las "coincidencias" de ambos países en los grandes asuntos de la agenda global.
Ha destacado especialmente "la visión" que guía actualmente los trabajos del G20, que presidido este año por Brasil debate, entre muchos otros puntos, "la necesidad de crear un sistema de gobernanza global más justo y equitativo", ha subrayado el embajador.
El diplomático ha enmarcado esas demandas en el "espíritu" que guía al foro BRICS, fundado por Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica y que desde 2009 aboga por una mayor representación de los países emergentes y en desarrollo en los organismos internacionales.