Barcelona, 27 abr (.).- Cementos Molins ha registrado un beneficio neto de 22 millones de euros en el primer trimestre de 2022, un 34 % menos que en el mismo período del año pasado, por el impacto del incremento de los costes de la energía, el transporte y las materias primas.
La compañía cerró el primer trimestre con unos ingresos que se elevaron hasta los 274 millones de euros, un 23 % más, gracias a las adquisiciones realizadas en 2021 y a un incremento de la actividad en Sudamérica.
En un comunicado, la cementera ha apuntado este miércoles que, en términos comparables de tipo de cambio y perímetro de consolidación, los ingresos crecieron un 4 %, mientras que el ebitda, beneficio bruto, alcanzó los 59 millones de euros, un 5 % menos.
La compañía ha asegurado que los aumentos de precios de venta y la eficiencia operativa permitieron "mitigar parcialmente" el impacto de la fuerte inflación de costes de energía, materias primas y transporte.
Tras las adquisiciones realizadas en 2021, la deuda financiera neta de Cementos Molins se situó en 190 millones de euros.
La cementera ha destacado que la situación financiera le permite continuar con la ejecución de su plan estratégico 2020-2023 para alcanzar los objetivos previstos.
A finales de marzo cerró la adquisición del negocio de áridos y hormigón en Cataluña de Hanson Hispania (BME:HIS) tras recibir la aprobación de la autoridad reguladora.
El consejero delegado de Cementos Molins, Julio Rodríguez, se ha mostrado confiado en que la compañía podrá seguir este 2022 "la senda de los sólidos resultados" de otros años, pese a la incertidumbre actual por la guerra en Ucrania, la inflación y los problemas con las cadenas de suministros.
La compañía, con un negocio que incluye desde los áridos y el cemento hasta los prefabricados y las fachadas arquitectónicas, desarrolla su actividad en España, México, Argentina, Uruguay, Bolivia, Colombia, Alemania, Croacia, Turquía, Túnez, Bangladesh y la India.