China publicó el martes una nueva normativa sobre el uso de vehículos autónomos en los sistemas de transporte público, lo que supone un nuevo avance en la preparación para el uso generalizado de los coches autoconducidos.
Las nuevas normas se aplican a los vehículos autónomos diseñados para el transporte de pasajeros, como los taxis automatizados, y a los utilizados para el transporte de mercancías, según indica el Ministerio de Transporte en su comunicado oficial.
La normativa detalla específicamente los requisitos para los vehículos con distintos niveles de automatización, obligando a que cada vehículo tenga al menos un conductor humano o un supervisor de seguridad presente en todo momento.
Además, las normas exigen que las empresas que operen vehículos autónomos para uso público cuenten con las certificaciones y permisos adecuados. La normativa también apoya claramente las asociaciones entre empresas y fabricantes de vehículos para emprender estas actividades.
China, que ostenta el título del mayor mercado automovilístico mundial, ha estado elaborando cuidadosamente normas y reglas para el campo de la conducción autónoma. El objetivo es crear un marco sólido que apoye la integración de funciones de vehículos semiautónomos y totalmente autónomos para el año 2025.
También se pretende establecer normas que favorezcan el desarrollo de tecnologías de vehículos autónomos y formar un sistema que garantice la seguridad para 2030.
China ha aprobado recientemente pruebas en carretera para vehículos inteligentes conectados. En octubre, el país publicó normas para la construcción de infraestructuras viarias que faciliten la adopción de tecnologías de vehículos autónomos.
Además, en julio del mismo año, China publicó normas sobre la normalización de los vehículos inteligentes conectados, reforzando su plan estratégico para este sector.
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