Fráncfort (Alemania), 20 jul (.).- Corea del Sur es el país del G20 más expuesto a China y Hong Kong con unas exportaciones e importaciones por valor de casi el 20 % de su producto interior bruto (PIB), según el economista jefe para Alemania de UniCredit (BIT:CRDI), Andreas Rees.
En un informe, publicado este jueves, Rees dice que el segundo país más expuesto a China es Australia, con exportaciones e importaciones por valor de más del 12 % de su PIB.
Le siguen Arabia Saudí, Sudáfrica, Indonesia y México con entre el 9 y el 9,5 % cada uno.
En Europa, el país más vulnerable es Alemania (6 %), seguido de Francia (3 %) e Italia (4 %).
El país del G20 menos expuesto a China es EE.UU., con el 2,5 % de su PIB.
Rees destaca también en el informe que la mayoría de los países del G20, incluida Alemania, dependen más de las importaciones de China y Hong Kong que de las exportaciones.
El economista recuerda que los líderes de la Unión Europea (UE) han pedido a las empresas disminuir sus riesgos con China, para reducir su dependencia, aunque no consideran realista una desvinculación total de ese país asiático.
"EE.UU. ha aumentado las sanciones, especialmente en el sector de alta tecnología. Al mismo tiempo, algunos mercados emergentes han andado por la cuerda floja en Occidente y China o, incluso, han ampliado sus relaciones económicas y políticas", según Rees.
Pero se vislumbran cambios y una reducción de esa dependencia de China en algunas economías.
"La competencia estratégica de China con EE.UU., la estrategia de circulación dual de China para ser autosuficiente en términos de recursos y tecnología, pero la tendencia de menor crecimiento chino se pueden traducir en una dependencia menor de las exportaciones a Occidente", prevé Rees.
También se han visto las primeras señales de que las exportaciones de Alemania a China se han estancado las últimas semanas y han aumentado a EEUU.
El Banco de Corea ha informado recientemente de que Corea del Sur exportó más bienes a EE.UU. el año pasado que a China, la última vez que esto había ocurrido fue hace casi dos décadas.
No obstante, reducir las dependencias de las importaciones de China puede ser más difícil especialmente debido a la transición energética, porque China ha dominado las cadenas de suministro global para artículos para energía solar, eólica y baterías.
Además, China tiene una gran importancia en la extracción de materias primas críticas como las tierras raras, el grafito y el magnesio.
La ministra alemana de Exteriores, la verde Annalena Baerbock, se reunió el miércoles con representantes de los mayores bancos alemanes en la sede del Deutsche Bank (ETR:DBKGn) en Fráncfort y posteriormente fue a la sede del grupo químico BASF (ETR:BASFN) en Ludwigshafen (oeste).
La obtención de energía sostenible y la independencia de importaciones de materias primas son temas de seguridad política muy importantes, especialmente tras la invasión de Rusia a Ucrania.
El gobierno alemán de coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales presentó la semana pasada su estrategia para reducir la dependencia de la economía alemana de China sin llegar a desvincularse del país y por ello quiere que las empresas alemanas gestionen los riesgos que tienen con este país ante el aumento de las tensiones geopolíticas.
Muchas empresas alemanas han mostrado que siguen apostando por China, entre ellas Volkswagen (ETR:VOWG_p) y BASF.
El Gobierno alemán ha dejado claro en su estrategia que el Estado no puede soportar de forma indefinida el riesgo de algunas inversiones y por ello las garantías de inversiones en el extranjero se limitarán en la UE en el futuro a 3.000 millones de euros por país y empresa.
BASF va a invertir 10.000 millones de euros hasta 2030 en un emplazamiento en Guangdong, al sur de China, el tercero más grande de la compañía química y el segundo que tiene en ese país.