Por Laura Sánchez
Investing.com - Banco Santander (MC:SAN) obtuvo un beneficio atribuido de 331 millones de euros en el primer trimestre de 2020, un 82% menos que en el mismo periodo del año anterior, tras registrar un cargo neto de 1.646 millones de euros. "Este impacto se debe principalmente a la provisión de 1.600 millones por el deterioro previsto en las condiciones macroeconómicas derivadas de la crisis sanitaria que ha causado la pandemia del COVID-19", ha reconocido la entidad en su comunicado de presentación de resultados.
Excluido el cargo neto, que también incluye 46 millones de euros de costes de reestructuración en Europa, el beneficio atribuido ordinario en el primer trimestre de 2020 fue de 1.977 millones de euros, un 1% más (+8% en euros constantes), impulsado por el crecimiento del beneficio en la mayoría de los mercados de América y el incremento de los volúmenes de clientes, apenas afectados por la crisis, que estalló al final del periodo. En comparación con el primer trimestre del año pasado, el banco ha experimentado una sólida evolución en euros contantes, con un crecimiento de los ingresos de clientes del 3%.
El margen de intereses creció en siete de los diez mercados principales y las comisiones netas aumentaron un 3%. Los préstamos y los depósitos se incrementaron un 7% y un 6%, respectivamente, en euros constantes. En América, los créditos y los recursos aumentan a un ritmo de dos dígitos (aproximadamente el 15%), mientras que en Europa este crecimiento es más lento.
La calidad crediticia se mantuvo sólida, con una reducción en la tasa de mora de 37 puntos básicos en los últimos 12 meses, hasta el 3,25%, mientras que la ratio de cobertura subió al 71%, desde el 68% de marzo del año pasado. "La pandemia apenas afectó al negocio en marzo", apuntan en el banco.
La ratio de eficiencia de Santander se mantiene entre las mejores de sus competidores, con un 47,2% (mejora de 44 puntos básicos respecto al año anterior). Los costes de explotación cayeron un 3% sin inflación gracias a unas eficiencias operativas de más de 100 millones de euros en Europa. El grupo logró un retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario del 11,1%.
“Los resultados ordinarios del primer trimestre han sido buenos, con un impacto limitado del COVID-19", afirma Ana Botín, presidenta del grupo". "Ahora mismo es imposible predecir el impacto final y más permanente que tendrá la crisis, pero nos encontramos en una posición sólida. Nuestra ratio de capital CET1 ha aumentado más de 300 puntos básicos en los últimos cinco años y las provisiones que hemos realizado este trimestre refuerzan nuestras ratios de cobertura", añade.
"Revisaremos los objetivos estratégicos cuando tengamos una visión más completa del impacto de la crisis. No obstante, confiamos en los fundamentos de nuestro modelo de negocio, y los pilares de nuestra estrategia no han cambiado. Estamos preparados para superar la recesión prevista gracias a la diversificación de nuestra cartera, que además tiene altos niveles de cobertura con colaterales, y a la solidez de nuestro balance", apunta Botín.