La Haya, 3 ago (.).- La entidad bancaria neerlandesa ING (AS:INGA) registró un beneficio neto de 2.155 millones de euros de abril a junio de este año, lo que supone un aumento de casi un 83 % en comparación con el mismo periodo de 2022, debido principalmente a las altas tasas de interés en el último trimestre, según el balance publicado este jueves por el banco.
Los ingresos totales por intereses aumentaron alrededor un 20 % a unos 4.100 millones de euros en el último trimestre, lo que ha ido acompañado de una caída de los costes operativos registrados por ING, elevando así el beneficio neto trimestral a 2.155 millones de euros en tres meses, un 83 % más que el mismo trimestre del año pasado.
Los mayores ingresos obtenidos por los intereses se deben principalmente a las subidas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE).
“El segundo trimestre de 2023 se caracterizó por desafíos continuos, ya que el sentimiento económico se debilitó, persistieron las incertidumbres geopolíticas y la inflación se mantuvo elevada, aunque menos pronunciada que en trimestres anteriores”, señaló Steven van Rijswijk, director ejecutivo de la entidad neerlandesa.
No obstante, subrayó que “a pesar del enfriamiento de las economías”, la entidad tuvo “otro trimestre con crecimiento crediticio y mayores ingresos por comisiones” y continuó “brindando sólidos resultados” como banco.
La entidad bancaria atrajo a 227.000 clientes en el último trimestre, elevando así el total a 14,9 millones de clientes.
Además, el número de transacciones de pago móvil fue un 37 % más alto que en el segundo trimestre de 2022, mientras que la proporción de clientes que solo hacen negocios con ING con sus móviles es ahora del 60 %.
“En banca minorista, obtuvimos buenos resultados en todos nuestros mercados. El crecimiento de los depósitos continuó, con una entrada significativa de 17.000 millones de euros en Alemania, mientras que, en Países Bajos y España, el crecimiento fue impulsado por las entradas estacionales”, agregó van Rijswijk.