Barcelona, 16 feb (.).- El anuncio de Grifols (BME:GRLS) de que despedirá a 2.300 empleados en el mundo, 92 de ellos de sus plantas en Cataluña, ha indignado a CCOO, el único sindicato en el comité, que ha acusado a la compañía de pagar con la plantilla la "mala gestión" y de priorizar hacer crecer el beneficio empresarial.
"Estamos indignados. El holding no tiene pérdidas, sino que da beneficios. Pero la dirección pone el foco en hacer crecer aún más los beneficios empresariales. Seguro que la covid y la guerra en Ucrania han impactado en el negocio, pero no para realizar 2.300 despidos", ha asegurado a EFE la secretaria general de la sección sindical Interempreses de CCOO del grupo, Anabel Pimentel.
La representante de la plantilla en Cataluña ha rechazado "por completo" los despidos, que atribuye "a la mala gestión" de la compañía en los últimos años. "Al final, siempre acabamos pagando los mismos", ha lamentado.
La multinacional de hemoderivados anunció ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un ajuste de personal a nivel mundial que afectará a un 8 % de la plantilla, la gran mayoría en EEUU, y que en los centros que tiene en España, en concreto en las poblaciones barcelonesas de Sant Cugat del Vallès y Parets del Vallès, supondrá la salida de 92 trabajadores.
Los despidos se enmarcan en un plan de ahorro de hasta 400 millones de euros en 2024 para hacer frente a la afectación en su negocio de la pandemia, que redujo especialmente en 2021 las donaciones de plasma en su principal mercado, Estados Unidos, y a los costes de financiación de la adquisición de Biotest.
Tras la notificación de los despidos, la dirección y los comités tienen 15 días para constituir en Cataluña la mesa de negociación y luego se abrirá un período de un mes para intentar acordar las condiciones de las salidas de personal.
Pimentel ha señalado que aún se desconoce la afectación concreta del expediente de regulación de empleo en cada uno de los centros de trabajo y ha expresado la preocupación de los trabajadores por "el cambio de mentalidad" que se está imponiendo en Grifols.
"Grifols se presentaba como una empresa familiar catalana, pero tenemos dudas de que continúe siéndolo. Ahora su presidente ejecutivo es estadounidense y se están tomando medidas muy preocupantes como estos despidos", ha dicho.
Esta es la primera ocasión en que la multinacional de hemoderivados plantea reducir empleo en Cataluña, aunque ya presentó un ERE en su planta en Murcia a finales de 2021, que se saldó con la salida de casi un centenar de trabajadores.