Shanghái (China), 1 mar (.).- El fundador y presidente de la mayor promotora inmobiliaria de China, Country Garden, dimitió hoy por "razones de edad" aunque seguirá participando en la compañía como "asesor especial", informó hoy la firma en un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza.
El documento asegura que Yeung Kwok Keung, de 69 años, "ha confirmado que no tiene ningún desacuerdo con la junta y que no hay otros asuntos relativos a su dimisión que necesiten ser señalados a la atención de los accionistas".
Yeung, quien fundó el grupo en 1992, será sustituido por su hija, Yang Huiyan, de 41 años, que en 2005 empezó a trabajar en Country Garden y desempeñó diferentes puestos directivos hasta su nombramiento como "copresidenta" en 2018.
En 2022, Country Garden se situó como mayor promotora de China por volumen de ventas con un total de 464.300 millones de yuanes (67.163 millones de dólares, 63.423 millones de euros), según datos de la consultora inmobiliaria CRIC, que, no obstante, reflejan que cayó a la tercera posición en los dos primeros meses de este año, por detrás de Poly Real Estate y China Vanke (HK:1036).
Afectada por la crisis inmobiliaria, Country Garden ha perdido casi dos tercios (-76,2 %) de su valor bursátil desde principios de 2021, aunque, a diferencia de otras promotoras como Evergrande (HK:3333), nunca ha llegado a incurrir en el impago de su deuda.
Pese a ello, el grupo sí ha experimentado algunos problemas de liquidez para hacer frente a sus obligaciones: el diario hongkonés South China Morning Post recuerda que la promotora anunció sendas operaciones de colocación de acciones en noviembre y diciembre por valor de unos 493 y 609 millones de dólares, respectivamente, para afrontar el pago de bonos 'offshore'.
Las ventas residenciales por área cayeron un 24,3 % interanual durante 2022 en China, mientras que las obras nuevas se redujeron en casi un 40 % en el marco de la crisis que afecta al sector desde hace más de dos años.
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda apoyando durante años su crecimiento en agresivas políticas de apalancamiento, entre las que destacaba Evergrande con un pasivo de más de 300.000 millones de dólares.
En los últimos meses, ante la coyuntura, el Gobierno ha cambiado su tono y ha anunciado diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras, a las que se ha marcado como objetivo prioritario la construcción de los proyectos vendidos sobre plano.