La Administración Federal de Aviación (FAA) está intensificando su escrutinio de las actividades de producción y fabricación de Boeing (NYSE:BA), según informa la agencia.
Se llevará a cabo una revisión exhaustiva de la línea de producción del Boeing 737-9 MAX y de sus proveedores relacionados, con el objetivo de evaluar el cumplimiento por parte de Boeing de los procedimientos de control de calidad establecidos.
Los resultados de esta revisión se utilizarán para decidir si son necesarias revisiones adicionales.
El administrador de la FAA, Mike Whitaker, informó a la CNBC de que el nuevo modelo MAX 9 tenía "problemas sustanciales" y que "sospechamos que hay defectos de producción adicionales".
Tras este anuncio, las acciones de Boeing cayeron un 1,3%. Spirit AeroSystems (SPR), uno de los principales proveedores de Boeing, experimentó un descenso de sus acciones de casi el 1 por ciento.
Whitaker subrayó la necesidad de reevaluar el sistema de autoridad delegada y de identificar cualquier posible riesgo para la seguridad relacionado con el sistema actual.
También se propone estudiar la posibilidad de contratar a una "entidad externa independiente para supervisar las inspecciones y el sistema de control de calidad de Boeing".
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