Barcelona, 28 feb (.).- El Mobile World Congress (MWC) ha abierto este lunes sus puertas con una afluencia de asistentes y un dinamismo que hacen recordar a los de la época prepandemia, si bien las cifras de este año se esperan todavía sensiblemente inferiores a las de 2019.
La GSMA, la patronal de la industria móvil que organiza la feria, calculaba hace algo más de dos semanas que se contarían a entre 40.000 y 60.000 asistentes en la edición de este año.
Lo cierto es que la sensación en la Fira de Barcelona nada tiene que ver con la de 2021, cuando el congreso se trasladó a junio debido a la incidencia del virus.
Entonces participaron presencialmente en el Mobile World Congress poco más de 20.000 personas, lo que en aquel momento ya se consideró un éxito, pues se venía de un 2020 en el que la feria se suspendió pocos días antes de que la pandemia golpeara Europa con toda su fuerza.
Este lunes han vuelto a registrarse algunas aglomeraciones en la entrada de la Fira, para pedir comida ha habido que atender diversos minutos y el traqueteo de pasos ha sido un continuo.
Con todo, la organización no prevé que se alcance la cifra de asistentes de 2019, cuando se superaron los 100.000 asistentes.
En la edición de este año participan unas 1.500 empresas expositoras y se prevé que genere un impacto económico de 240 millones de euros Barcelona y su área de influencia.
El Mobile ocupa siete de los ocho pabellones del recinto ferial de Gran Vía de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y reúne, salvo contadas ausencias, como las de Sony (T:6758) y Lenovo (HK:0992), a las principales compañías del sector, entre ellas Samsung (KS:005930), Huawei, Ericsson (ST:ERICb), Deutsche Telekom (DE:DTEGn), Google (NASDAQ:GOOGL), Nokia (HE:NOKIA), Oppo, Qualcomm (NASDAQ:QCOM) o ZTE (HK:0763).
Además, GSMA ha decidido esta semana dejar a Rusia sin pabellón propio en el congreso debido a las sanciones derivadas de la invasión rusa de Ucrania.