Barcelona, 9 ene (.).- El Sindicato de Empleados de CaixaBank (BME:CABK) (SECB), primer sindicato en este banco, ha reclamado este lunes reabrir las negociaciones del convenio de las antiguas cajas de ahorro para lograr pactar "antes de acabar enero" un aumento salarial para los empleados de estas entidades, entre ellas los de CaixaBank.
En declaraciones a EFE, la presidenta de SECB, Begoña Peiró, ha denunciado que en los últimos tres años los empleados de CaixaBank han perdido un 12 % de poder adquisitivo.
La representante del SECB, que en diciembre se impuso en las elecciones en CaixaBank, al lograr un 42 % de los delegados, ha pedido que se reúna de forma urgente la Mesa del Observatorio Sectorial del convenio colectivo de las cajas de ahorro.
El SECB articulará su presencia en estas negociaciones a través de FINE, que se ha convertido también en la primera fuerza sindical entre las antiguas cajas gracias al resultado obtenido por el SECB en CaixaBank.
Peiró ha precisado que el SECB reclamará que los empleados de CaixaBank sean compensados por la falta de aumentos salariales en 2021 y 2022 pese a la elevada inflación.
Para ello pedirá una paga lineal por cada uno de esos ejercicios y un aumento de salario en tablas para 2023.
La patronal bancaria AEB firmó a finales de noviembre con los sindicatos una subida salarial del 4,5 % en 2023, por lo que las antiguas cajas de ahorro no pueden obtener menos de ese incremento en este ejercicio, considera Peiró.
Peiró ha advertido de que el SECB no acepta subidas salariales "ni absorbibles ni compensables ni adecuaciones progresivas".
Los empleados de banca que perciben variable suelen tener el problema de que cuando las entidades les suben el salario lo suelen hacer a costa de rebajar en ese mismo porcentaje su complemento personal, por lo que en la práctica no ven reflejado esa subida en su salario real.
Por ello, Peiró reclama que los aumentos salariales sean reales y no queden neutralizados debido a complementos.
El convenio de las antiguas cajas está en vigor hasta finales de año y afecta a los empleados de entidades como CaixaBank, Unicaja (BME:UNI), Abanca o KutxaBank, entre otras.