Washington, 12 jul (.).- El presidente del sindicato del sector del automóvil estadounidense United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, ha rechazado hoy reunirse con los directivos de Stellantis, Ford (NYSE:F) y General Motors (NYSE:GM) horas antes del inicio de las negociaciones con los fabricantes para firmar un nuevo convenio colectivo.
En vez del tradicional encuentro con los consejeros delegados de los "Tres Grandes" de Detroit (como se conoce a los tres fabricantes) 24 horas antes del inicio de las negociaciones, Fain ha decidido este año reunirse con los trabajadores de las compañías.
Según ha explicado antes de entrar en la planta de montaje de Stellantis en Sterling Heights, en las afueras de Detroit (Michigan), estrechar la mano de los trabajadores será una nueva tradición del sindicato, que sustituirá al habitual encuentro con los directivos de las empresas.
"No voy a estrechar la mano de ningún consejero delegado hasta que hagan lo correcto para nuestros afiliados", dijo Fain en un mensaje dado a conocer en la noche del martes.
Fain, que ha acusado a los fabricantes de "avaricia", ha advertido de que el sindicato no tendrá ningún problema en convocar huelgas en las plantas de los tres grandes fabricantes estadounidenses de automóviles si las empresas no atienden sus demandas.
La última vez que UAW convocó una huelga fue en 2019, cuando casi 50.000 empleados de GM pararon sus actividades durante 50 días, lo que causó a la compañía unas pérdidas de 3.800 millones de dólares.
El jueves, el sindicato empezará a negociar con Stellantis el nuevo convenio colectivo que establecerá las condiciones laborales en las plantas de la compañía durante los próximos cuatro años.
El viernes le tocará el turno a Ford y el 18 de julio, a GM.
Tradicionalmente, UAW inicia las negociaciones con la empresa que considera más favorable a sus demandas y establece con ella los mínimos que después negociará con las otras dos empresas.
El actual convenio colectivo expira el 14 de septiembre. Una de las principales demandas de UAW este año es la reincorporación de ajustes salariales acordes con el aumento del coste de la vida, un elemento que fue eliminado durante la grave crisis del sector en 2008-2009.