Fráncfort (Alemania), 11 nov (.).- La compañía alemana de suministro energético E.on (DE:EONGn) obtuvo un beneficio neto atribuido hasta septiembre de 1.002 millones de euros, un 52 % menos que un año antes, por el efecto adverso de la pandemia de la covid-19 y el atípico clima cálido a comienzos de año.
E.on informó este miércoles de que la facturación mejoró entre enero y septiembre hasta 43.314 millones de euros (+85 % que un año antes), tras la adquisición de Innogy (DE:IGY), que era la división de renovables y redes de RWE (DE:RWEG_p).
El resultado operativo fue robusto en los nueve primeros meses del ejercicio, al alcanzar los 2.495 millones de euros (+68,2 % que un año antes).
La mitad de los efectos adversos de la covid-19 se producirán en el negocio de la red regulada por lo que algunos mecanismos reguladores en varios mercados permitirán recuperar gran parte de estos efectos entre 2022 y 2024.
Los gastos de reestructuración de 390 millones de euros, un aumento del 118 % frente al año pasado, fueron significativamente más elevados que en los tres primeros trimestres de 2019 por la integración de Innogy y la reducción de empleos en el negocio minorista en el Reino Unido.
El valor de derivados tuvo hasta septiembre un efecto positivo de 330 millones de euros, frente al negativo de 74 millones de euros un año antes.
"Desde la perspectiva actual, las medidas de confinamiento selectivas en los principales mercados de E.on no tendrán un impacto material en los resultados de todo el año", dijo la compañía.
"Hemos tenido un resultado operativo fuerte en el actual año fiscal", consideró el director Financiero de E.on, Marc Spieker.
E.on confirmó los pronósticos para 2020, que había revisado a la baja a mediados de año, y prevé un beneficio neto antes de extraordinarios de entre 1.500 y 1.700 millones de euros, frente a los 1.700 y 1.900 millones de euros calculados antes.