Los analistas de JPMorgan (NYSE:JPM) declararon el lunes en un mensaje a sus clientes que consideran prematuro decantarse por los valores de la zona euro en detrimento de los de Estados Unidos.
A pesar de las impresionantes ganancias del S&P 500, debidas principalmente a las siete grandes empresas tecnológicas, el banco señala que la versión ponderada por igual de este índice (SPW) ha subido un modesto 6%, alcanzando su punto más alto en marzo.
De forma similar, informan de que el índice STOXX Europe 50 de la zona euro también alcanzó su punto más alto en marzo. JPMorgan comenta: "Es probable que la diferencia de rendimiento entre ambos alcance su máximo, pero esto puede ocurrir cuando los valores con mejores resultados dejen de subir en lugar de que los valores con peores resultados se pongan al día".
Los analistas subrayan que los máximos del SPW y del STOXX Europe 50 se produjeron al mismo tiempo que un empeoramiento de la situación en la que el crecimiento económico y las políticas gubernamentales están en conflicto.
Aclaran que desde marzo, las predicciones del mercado sobre los tipos de interés de la Reserva Federal han mostrado expectativas de que los tipos más altos continúen durante más tiempo, mientras que los datos de actividad económica empezaron a indicar un descenso en comparación con las predicciones anteriores, más esperanzadoras. Se espera que esta difícil situación económica y política continúe.
"El gasto de los consumidores y los mercados laborales se están debilitando y, al mismo tiempo, el aumento del índice de gestores de compras que se estaba produciendo a principios de año se ha detenido", informan los analistas.
Señalan que las previsibles reducciones de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, que podrían comenzar en septiembre, serán probablemente en respuesta al debilitamiento de los mercados de empleo y no únicamente debido a un descenso de la inflación. Este cambio de reducciones de tipos proactivas a reactivas puede hacer que la Reserva Federal responda más lentamente a los cambios económicos.
Se espera que la desaceleración del crecimiento económico afecte a los beneficios de las empresas en la segunda mitad del año, con previsiones para el tercer y cuarto trimestres de un sólido crecimiento de los beneficios por acción del 13-15% en comparación con el año anterior. Sin embargo, esta expectativa puede verse cuestionada por el menor poder de fijación de precios de las empresas, la ralentización del crecimiento de los ingresos y la reducción del gasto de los consumidores.
JPMorgan sigue prefiriendo invertir en empresas con sólidas perspectivas de crecimiento frente a las que se consideran infravaloradas, y afirma: "Para que la inversión en una gama más amplia de empresas resulte más atractiva, necesitaríamos ver un aumento real de la inflación", algo que no está ocurriendo actualmente.
Siguen manteniendo una perspectiva positiva sobre los sectores defensivos, especialmente los servicios públicos y el sector inmobiliario, y aconsejan adoptar una visión más positiva sobre determinadas empresas más pequeñas del Reino Unido y la zona euro.
Aunque JPMorgan reconoce el potencial de la Eurozona, aconseja cautela y afirma que "es demasiado pronto para invertir más en valores de la Eurozona que en valores de EE.UU.", pero puede surgir una oportunidad atractiva en la segunda mitad del año si se dan ciertas condiciones, como una política estable en Francia y la ausencia de impactos negativos del dólar estadounidense y los aranceles comerciales.
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