Por Nelson Banya y Sonali Paul
HARARE/MELBOURNE, 8 abr (Reuters) - Es previsible que los importadores de carbón de Europa y Asia se unan a la lucha por conseguir fuentes alternativas de este combustible ante la inminente prohibición de la Unión Europea a las importaciones de carbón ruso, según afirman analistas y directivos de empresas.
Sin embargo, dado que los principales exportadores, Australia e Indonesia, ya han alcanzado los límites de producción, y que uno de los principales productores, Sudáfrica, se ve limitado por problemas logísticos, algunos importadores podrían tener dificultades para mantener los niveles de suministro. Es probable que la esperada avalancha de la demanda mantenga elevados los precios del carbón en todo el mundo.
La prohibición de la UE entrará en vigor a mediados de agosto, un mes más tarde de lo previsto inicialmente, según dos fuentes del bloque, tras las presiones de Alemania para retrasar la medida.
En Sudáfrica, uno de los 10 mayores productores de carbón del mundo, Exxaro Resources dijo a Reuters que ya ha recibido numerosas solicitudes de países europeos que quieren firmar contratos de suministro.
Exxaro afirmó que tiene la calidad de carbón adecuada para el mercado europeo, pero que la producción actual ya ha sido asignada, y que las dificultades de la red ferroviaria sudafricana hacen que los mineros no puedan exportar más para satisfacer el aumento de la demanda.
"Los productores de carbón sudafricanos pueden producir más carbón, pero habrá que hacer un trabajo importante para mejorar la logística con el fin de aumentar el suministro de carbón para la exportación", dijo Exxaro.
La capacidad de la empresa ferroviaria estatal sudafricana Transnet para transportar las exportaciones de mineral se ha visto limitada por el robo de cables y los actos de vandalismo.
La empresa energética alemana Uniper (DE:UN01) afirmó que ha tomado medidas para garantizar que sus centrales eléctricas de carbón en Europa puedan funcionar técnicamente sin carbón ruso, decidiendo no prorrogar sus contratos de suministro ruso.
Toby Hassall, analista de Refinitiv, dijo que la mayoría de los contratos de los compradores de la UE para el carbón ruso serán por un año o menos.
CAPACIDAD DE RESERVA MUY LIMITADA
Coronado Global Resources, con operaciones de carbón metalúrgico en Australia y Estados Unidos, dijo que ha recibido consultas sobre carbón en las últimas semanas desde Europa.
Espera poder satisfacer parte de la nueva demanda, pero dijo que el volumen, el destino y los plazos son confidenciales. Coronado espera producir entre 18 y 19 millones de toneladas en 2022.
"Tenemos planes de crecimiento en años futuros más allá de esto", dijo un portavoz en comentarios enviados por correo electrónico, sin dar más detalles.
Los productores australianos Whitehaven Coal y New Hope Corp dijeron que se han puesto en contacto con posibles clientes, pero que su prioridad es atender a los actuales.
En Asia, al menos dos empresas de energía de Japón y Corea del Sur han suspendido las importaciones de carbón ruso. Es posible que otras tengan que seguir su ejemplo si se amplían las sanciones.
Japón, el tercer mayor importador de carbón del mundo, planea reducir gradualmente las importaciones de carbón ruso mientras busca proveedores alternativos debido a las sanciones contra Moscú, dijo el viernes el ministro de Industria del país. Reconoció, sin embargo, que sería difícil encontrar proveedores alternativos de inmediato.
La empresa japonesa Kyushu Electric Power (T:9508) Co Inc dejó de comprar carbón ruso a partir de finales de marzo, según declaró un portavoz de la empresa.
Kyushu Electric, que compró el 7% de su carbón térmico a Rusia en el año hasta el 31 de marzo de 2021, se está abasteciendo de otras regiones, dijo el portavoz, sin especificar dónde.
"No tenemos planes de comprar carbón ruso este año fiscal", dijo
En Corea del Sur, al menos una unidad de la empresa estatal Korea Electric Power (NYSE:KEP) Corp (KEPCO) comenzó a diversificar el suministro de carbón fuera de Rusia en febrero, dijo una fuente con conocimiento del asunto.
(Información de Nelson Banya en Harare y Sonali Paul en Melbourne; información adicional de Kate Abnett en Bruselas, Yuka Obayashi (T:1802) en Tokio, Joyce Lee en Seúl y Jonathan Saul en Londres; edición de Bernadette Baum, John Stonestreet y Tom Hogue; traducción de Darío Fernández)