Manila, 1 sep (.).- El Gobierno de Filipinas impuso este viernes un tope a los precios del arroz en el país en un intento de frenar la inflación del alimento más consumido por los filipinos, que el pasado julio se situó en un 4,2 % interanual.
El tope en los precios, que entra hoy en vigor y permanecerá activo por un plazo indefinido, establece un precio máximo de 41 pesos (0,69 euros o 0,72 dólares) por kilo para el arroz blanco y de 45 pesos (0,73 euros o 0,79 dólares) para el arroz elaborado, informó hoy el gabinete del presidente, Ferdinand Marcos Jr.
La intervención sobre los precios del arroz responde a un intento de frenar la inflación de este producto básico, que en julio alcanzó el 4,2 % en el país, el segundo mayor importador de arroz del mundo en 2022 -solo por detrás de China-, según los datos del portal Statista.
Sin embargo, los expertos consideran que si bien a corto plazo la medida podría frenar la subida de precios, "los agricultores acabarán vendiendo parte de la cosecha en el mercado negro a un precio mayor", por lo que cuestionan la eficacia de la decisión a largo plazo, explicó a EFE el analista de mercado de la Oficina Comercial de España en Filipinas, Juan Santos.
La inflación en Filipinas se aceleró, igual que en la mayoría de países, tras la invasión rusa de Ucrania en febrero del año pasado, y los precios del arroz se han visto afectados, además, por la restricción a la exportación del mismo que impuso India en julio a fin de priorizar su producción doméstica.
En medio de la inflación global, los precios de los alimentos, sobre todo del arroz, se han disparado en el archipiélago asiático debido a la fuerte dependencia filipina de las importaciones del grano, a causa de la escasez de tierra cultivable y a las ineficiencias en las cadenas de suministro.