París, 26 jun (EFE).- Francia se encuentra formalmente en recesión económica, tras encadenar dos trimestres consecutivos de bajada de su producto interior bruto (PIB), confirmando la caída registrada en el primer trimestre de 2013, cuando retrocedió un 0,2 %.
Las estadísticas oficiales publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas (INSEE) con las cifras detalladas de los tres primeros meses del año no son una sorpresa, ya se habían adelantado, pero tampoco señalan un cambio de tendencia, excepto en la relativa mejora del nivel del poder adquisitivo de la población.
Los datos oficiales indican que fue la caída de la demanda interna la que contribuyó a la rebaja del PIB de principios de año, con una caída de dos décimas tras el estancamiento del trimestre precedente.
Entre enero y marzo, las importaciones avanzaron ligeramente, con una subida del 0,2 por ciento frente a la caída anterior del 1 por ciento, mientras que las exportaciones cayeron un 0,7 por ciento, tres décimas más que en el trimestre anterior.
Así, según esas cifras, la contribución del saldo exterior a la evolución del la actividad fue negativa, de -0,2 puntos, frente a la aportación de 0,1 puntos en el cuarto trimestre de 2012.
La inflación, según añadió el INSEE, progresó moderadamente en el primer trimestre de este ejercicio, hasta llegar al 0,3 por ciento, una décima más, pero no impidió que el poder adquisitivo creciera en un 1 por ciento, tras haber descendido un 0,9 entre octubre y diciembre de 2012.
Las cifras ahora conocidas confirman en cualquier caso las tendencias pronosticadas tanto por las autoridades galas como por las de la Comisión Europea.
Hace unos días el propio INSEE avanzó que en el conjunto de 2013 la economía gala caerá un 0,1 % y agregó a ese dato el de la evolución del desempleo, que podrá alcanzar el 10,7 % de la población activa.
El instituto prevé que haya un estancamiento económico en el segundo trimestre y que se registre un estancamiento en el tercero, para volver a un moderado crecimiento, del 0,1 %, en el cuarto.
Esa previsión coincide con la de la Comisión Europea, que el mes pasado pronosticó esa misma caída del 0,1 % en el conjunto de 2013 y añadió que Francia podrá crecer hasta un 1,1 % en 2014.
El Gobierno del presidente François Hollande había previsto terminar este año con un crecimiento económico del 0,1 % y situar su déficit público en el 3,7 % este ejercicio y en el 2,9 % en el siguiente.
Según los economistas del Ejecutivo comunitario, el PIB francés se estancará este año debido al modesto nivel de las exportaciones, al mismo tiempo que continuará la contracción de las inversiones y se mantendrá estable el consumo privado.
París considera que la situación es grave, pero el propio Hollande ya consideró el mes pasado, al conocerse los pobres datos del primer trimestre, que "la avería en el crecimiento afecta a Europa entera".
El ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, también consideró entonces que es "la zona euro en conjunto la que está atascada",
El anuncio de los datos confirmados de Francia coincidió con la presencia en París del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien aprovechó una intervención pública para aludir al reto del crecimiento y al papel de la institución que dirige.
"El banco central no tiene capacidad para resolver todos los problemas. La zona euro necesita un crecimiento sostenible. Un nivel de paro tan elevado es una tragedia".
"Cuando la actividad económica es débil, el número de contribuyentes disminuye, lo que pesa sobre las finanzas públicas y el nivel social", alertó Draghi. EFE
Las estadísticas oficiales publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas (INSEE) con las cifras detalladas de los tres primeros meses del año no son una sorpresa, ya se habían adelantado, pero tampoco señalan un cambio de tendencia, excepto en la relativa mejora del nivel del poder adquisitivo de la población.
Los datos oficiales indican que fue la caída de la demanda interna la que contribuyó a la rebaja del PIB de principios de año, con una caída de dos décimas tras el estancamiento del trimestre precedente.
Entre enero y marzo, las importaciones avanzaron ligeramente, con una subida del 0,2 por ciento frente a la caída anterior del 1 por ciento, mientras que las exportaciones cayeron un 0,7 por ciento, tres décimas más que en el trimestre anterior.
Así, según esas cifras, la contribución del saldo exterior a la evolución del la actividad fue negativa, de -0,2 puntos, frente a la aportación de 0,1 puntos en el cuarto trimestre de 2012.
La inflación, según añadió el INSEE, progresó moderadamente en el primer trimestre de este ejercicio, hasta llegar al 0,3 por ciento, una décima más, pero no impidió que el poder adquisitivo creciera en un 1 por ciento, tras haber descendido un 0,9 entre octubre y diciembre de 2012.
Las cifras ahora conocidas confirman en cualquier caso las tendencias pronosticadas tanto por las autoridades galas como por las de la Comisión Europea.
Hace unos días el propio INSEE avanzó que en el conjunto de 2013 la economía gala caerá un 0,1 % y agregó a ese dato el de la evolución del desempleo, que podrá alcanzar el 10,7 % de la población activa.
El instituto prevé que haya un estancamiento económico en el segundo trimestre y que se registre un estancamiento en el tercero, para volver a un moderado crecimiento, del 0,1 %, en el cuarto.
Esa previsión coincide con la de la Comisión Europea, que el mes pasado pronosticó esa misma caída del 0,1 % en el conjunto de 2013 y añadió que Francia podrá crecer hasta un 1,1 % en 2014.
El Gobierno del presidente François Hollande había previsto terminar este año con un crecimiento económico del 0,1 % y situar su déficit público en el 3,7 % este ejercicio y en el 2,9 % en el siguiente.
Según los economistas del Ejecutivo comunitario, el PIB francés se estancará este año debido al modesto nivel de las exportaciones, al mismo tiempo que continuará la contracción de las inversiones y se mantendrá estable el consumo privado.
París considera que la situación es grave, pero el propio Hollande ya consideró el mes pasado, al conocerse los pobres datos del primer trimestre, que "la avería en el crecimiento afecta a Europa entera".
El ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, también consideró entonces que es "la zona euro en conjunto la que está atascada",
El anuncio de los datos confirmados de Francia coincidió con la presencia en París del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien aprovechó una intervención pública para aludir al reto del crecimiento y al papel de la institución que dirige.
"El banco central no tiene capacidad para resolver todos los problemas. La zona euro necesita un crecimiento sostenible. Un nivel de paro tan elevado es una tragedia".
"Cuando la actividad económica es débil, el número de contribuyentes disminuye, lo que pesa sobre las finanzas públicas y el nivel social", alertó Draghi. EFE