Madrid, 10 may (.).- El presidente del fabricante de componentes para el automóvil Gestamp (BME:GEST), Francisco Riberas, ha descartado este martes cerrar sus plantas en Rusia como respuesta al conflicto militar en Ucrania, ya que su prioridad pasa por "estar al lado" de sus trabajadores.
En declaraciones a los medios tras la celebración de la junta de accionistas de la compañía, Riberas ha explicado que la compañía no tiene previsto parar la producción en sus factorías rusas "de un día para otro", ya que considera que ese planteamiento es "demagógico".
En este sentido, cree que lo más correcto en este momento es mantener a sus trabajadores en Rusia cobrando parte de su salario sin acudir a la fábrica, a la espera de encontrar soluciones que ahora mismo se antojan "difíciles".
Riberas ha recordado que Gestamp lleva mucho tiempo contando con trabajadores en Rusia, a la vez que ha defendido que no se puede cerrar una planta de forma repentina cuando siguen teniendo clientes en el país exsoviético que continúan demandando sus productos.
Actualmente, la compañía cuenta con cuatro plantas productivas en Rusia,, aunque sus ventas representan tan solo el 1,3 % de los ingresos totales del grupo.
La compañía vasca también ha presentado este martes sus resultados del primer trimestre de 2022, donde obtuvo un beneficio neto de 45 millones de euros, un 12 % menos que hace un año, en un periodo aún marcado por los problemas en la cadena de suministro.
Sin embargo, los ingresos de la compañía subieron un 7 % hasta situarse en 2.256 millones, superando así al mercado mundial de producción de vehículos en casi trece puntos porcentuales, gracias a que estas cifras incluyen el traspaso a los clientes de la subida de los precios de las materias primas.
En este sentido, la compañía defiende que sus buenos resultados reflejan "el posicionamiento sólido y estratégico y su resiliencia para afrontar con éxito un contexto desafiante de mercado", lo que le permite mantener sus objetivos marcados para el ejercicio de preservar la rentabilidad y la generación de caja.
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