Sant Cugat del Vallès (Barcelona), 16 jun (.).- La multinacional de hemoderivados Grifols (BME:GRLS) se ha conjurado este viernes para "volver a levantar el vuelo" tras unos últimos años difíciles por la pandemia y se prepara para una etapa de crecimiento, mientras sigue centrada en llevar a cabo operaciones que reduzcan su deuda, como la anunciada recientemente en China.
El presidente y consejero delegado de Grifols, Thomas Glanzmann, ha expresado esta confianza en la estrategia que está siguiendo la compañía durante su comparecencia ante la Junta General Ordinaria de Accionistas celebrada este viernes en Sant Cugat del Vallès (Barcelona).
"Después de años difíciles por la falta de plasma, Grifols vuelve, renovada, a levantar el vuelo y se prepara para una etapa de crecimiento", ha asegurado Glanzmann, en la primera junta en la que Grifols está comandada por un directivo externo a la familia.
El directivo suizo ha elogiado la figura del presidente honorífico Víctor Grífols Roura -que no ha podido asistir por estar enfermo-, del que ha destacado su "audacia y determinación" para "adaptar" la compañía a los nuevos tiempos y construir un proyecto "sólido y maduro".
En su discurso ante los accionistas, Glanzmann ha asegurado que está centrado en la reducción de la deuda -que se eleva a unos 9.200 millones de euros-.
"La estamos abordando para asegurar nuestro futuro crecimiento sostenible, reducir los pagos de intereses, mejorar el flujo de efectivo y, eventualmente, permitirnos volver a pagarles dividendos a todos ustedes", ha dicho.
La recuperación del dividendo llegará, según los planes que continúan vigentes, cuando el endeudamiento de la compañía no supere cuatro veces el beneficio operativo, lo que se prevé pueda ocurrir en 2024. En estos momentos la ratio es de 7 veces el Ebitda.
Para rebajar la abultada deuda, Grifols está ultimando un posible acuerdo en China para desprenderse de una parte de Shanghai RAAS, de la que controla un 26,2 %, operación con la que espera recibir 1.500 millones de dólares.
La responsable de Relaciones con los Inversores, Nuria Pascual, ha asegurado en rueda de prensa posterior a la junta que la compañía contempla "varias posibles transacciones", que no tienen por qué pasar por la venta de activos.
Glanzmann fue nombrado el pasado mayo consejero delegado de Grifols, después de haber sustituido ya en febrero a Steven F. Mayer como presidente del grupo, con lo que lidera el día a día de la multinacional.
Los hasta entonces co-consejeros delegados, Víctor Grífols Deu y Raimon Grífols Roura (hijo y hermano del presidente de honor de la compañía, Víctor Grífols Roura) pasaron a ocupar otros cargos en la cúpula directiva: director de operaciones y director general corporativo, respectivamente.
Con estos cambios en su cúpula, Grifols intenta zanjar la crisis de su cotización por las dudas del mercado sobre su deuda y enfocarse en la obtención de resultados.
Para mejorar sus números, Mayer elaboró un plan de ahorro que prevé unos 2.300 despidos, la gran mayoría en EE.UU., además de cerrar centros de donación de sangre que no sean eficientes, entre otras medidas.
Este plan se ha ejecutado ya casi por completo, tras haber alcanzado ya unos ahorros por unos 450 millones, según han avanzado hoy los directivos de la compañía, que han aclarado que no prevén nuevos ajustes de personal.
La Junta General de Accionistas ha aprobado las cuentas anuales y el informe de gestión consolidado así como la propuesta de aplicación del resultado correspondiente al ejercicio de 2022 y la política de remuneraciones de los consejeros, entre otros documentos.
En la reunión también se ha procedido a la reelección de Raimon Grífols Roura, Tomás Dagá Gelabert, Carina Szpilka Lázaro, Íñigo Sánchez-Asiaín Mardones y Enriqueta Felip Font como miembros del consejo de administración, y se ha aprobado un plan de incentivos basado en la concesión de opciones sobre acciones para un total de 220 directivos, entre ellos Víctor Grífols Déu y Raimon Grífols Roura.
En este plan no participa el nuevo consejero delegado, Thomas Glanzmann, que tiene uno propio.
La Junta se ha celebrado en un contexto de recuperación para Grifols, puesto que aunque la multinacional registró pérdidas el primer trimestre del año -perdió 108,3 millones, por los despidos en EE.UU.- mejoró tanto en ingresos como en márgenes.
Así pues, tras los problemas de abastecimiento de plasma vividos durante la pandemia, la multinacional va recuperando poco a poco valor en bolsa en lo que va de 2023, si bien aun sigue muy penalizada por su abultado volumen de deuda.
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