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Barcelona, 13 nov (.).- Holaluz ha anunciado este lunes un ERE para unos 200 trabajadores (el 27 % de su plantilla), con lo que se suma así a la lista de empresas de autoconsumo y renovables que tienen que desescalar sus negocios ante el enfriamiento de un mercado que prometía crecer más rápido de lo que lo está haciendo.
Fuentes de Holaluz han precisado a EFE que a primera hora de hoy se ha comunicado el impulso de un expediente de regulación de empleo (ERE) a los representantes de los trabajadores.
Holaluz, que pasada la media sesión bursátil caía más de 5,5 % en el BME (BME:BME) Growth, cerró la primera mitad del año con pérdidas de 20,9 millones de euros -frente a los 5,5 millones de beneficio de 2022- precisamente por factores como la ralentización del negocio de solar en el ámbito residencial y la moderación de los precios de la energía.
En un comunicado, la compañía ha justificado el ERE por la necesidad de "seguir con la adaptación a las necesidades reales y actuales del mercado", y ha especificado que el recorte de plantilla "afectará principalmente a los equipos de instaladores, ventas y roles de soporte a las operaciones de solar".
La presidenta ejecutiva y cofundadora de la compañía, Carlota Pi, ha dicho que siente "profundamente haber tenido que tomar esta decisión" que va a afectar a más de una cuarta parte de su plantilla.
"Con esta adaptación a la situación temporal del mercado seremos capaces de mantener nuestra posición de fortaleza para que, cuando la coyuntura lo propicie, sigamos liderando la transición hacia un modelo energético 100 % verde", ha añadido.
Ralentización del mercado
Holaluz ha argumentado que "los tipos de interés elevados y una falsa sensación de moderación de precios de la electricidad debida a su subvención, así como a la capacidad de las compañías petroleras y gasistas de ofrecer energía muy por debajo del precio de mercado en el corto plazo, han ralentizado la toma de decisión de los clientes residenciales sobre la inversión en instalaciones solares".
Esta situación ha provocado una caída del mercado de entre el 25 % y el 50 % respecto al 2022, ha añadido la empresa, que resume así un fenómeno que está afectando a muchas otras empresas de vida relativamente corta que han nacido al calor del encarecimiento de la energía y el desarrollo tecnológico relacionado con el autoconsumo.
Estas empresas se encuentran además con las trabas que supuestamente ponen las grandes comercializadoras para dificultar que sus clientes se pasen al autoconsumo, tal y como ha apuntado la propia patronal fotovoltaica, Unef.
Holaluz, fundada en 2010, ha subrayado que gracias al uso intensivo de la tecnología y la digitalización de procesos alcanzó un beneficio bruto de explotación normalizado positivo de 5,9 millones de euros a finales del tercer trimestre y ha reiterado el rango bajo del objetivo de ebitda normalizado para finales de 2023.
A pesar de las condiciones del mercado, Holaluz asegura que espera cerrar el año con un número de instalaciones similar al de 2022 (unas 3.000), y ha añadido que el margen bruto por instalación se incrementó de un 35,7 % en 2022 a un 43,8 % en la primera mitad del año y un 50 % en el tercer trimestre.
Despidos en el sector
El ERE presentado por Holaluz viene a sumarse en una serie de procesos de reestructuración emprendidos por diversas empresas de energías renovables, como consecuencia de la estabilización en los precios energéticos tras la crisis sufrida en 2022 por el estallido de la invasión de Ucrania y una reducción del poder adquisitivo de los consumidores causado por la inflación.
El más reciente de estos ha sido el ERE anunciado en septiembre por la compañía de placas e instalaciones solares Solarprofit, el cual se ejecutará este mes y afectará a un 30 % de la plantilla de la empresa, con el objetivo de reducir sus pérdidas.
La compañía explicó que la ralentización de la demanda de instalaciones fotovoltaicas por parte de los hogares, debido en parte a la moderación de los precios de la electricidad y a la inflación, complicó la situación para las empresas que operan en el segmento residencial de instalaciones fotovoltaicas.
En esta misma línea, en febrero el conglomerado multinacional General Electric (NYSE:GE) comenzó un proceso de ERE que culminó en el despido de más de 150 trabajadores, de los que 112 correspondían a la central de Barcelona, como parte de un plan de reestructuración de la división de renovables en Europa.
Unos meses antes, el conglomerado había despedido a aproximadamente un 20 % de su fuerza laboral eólica terrestre en Estados Unidos para dimensionar su mercado a las realidades del mercado.
Ese mismo mes la compañía sueca de energía solar Svea Solar negociaba el despido de más del 25 % de su plantilla en España, citando como principal motivo las pérdidas económicas.
Unos meses antes, la empresa inauguró un centro logístico con el que esperaban realizar más de 200 instalaciones al mes, en ese momento la empresa dijo que realizaba más de 100 instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo al mes y preveían multiplicar por diez estas cifras en los próximos cinco años.
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