Roma, 9 mar (.).- La Policía italiana investiga la titularidad de un superyate atracado en la Toscana (centro) con un valor de 700 millones de euros para esclarecer si pertenece a algún empresario ruso o incluso al propio presidente Vladímir Putin.
La Guardia di Finanza (policía de fronteras y delitos fiscales) investiga la titularidad de este y otros barcos que se encuentran en el país para saber si son rusos, dijeron este miércoles a EFE fuentes próximas a las investigaciones.
Lo hace en el marco de las sanciones económicas que la Unión Europea (UE) está imponiendo a oligarcas rusos por la invasión de Ucrania por tropas rusas.
Comprobar realmente quién es el propietario de esta y otras embarcaciones que están bajo investigación no es tarea fácil, porque en muchas ocasiones están en manos de testaferros, añadieron las fuentes.
El barco en cuestión se llama Scheherazade, es uno de los mayores y más caros del mundo y se encuentra atracado desde septiembre en Marina di Carrara, un pequeño pueblo en la costa de la Toscana.
Su enorme tamaño (tiene 140 metros de largo) llama la atención de los vecinos, que al no conocer a su dueño lo llaman "el yate de Putin", según publican este miércoles algunos medios locales.
El megayate cuenta con dos helipuertos, un gimnasio y también una piscina con cubierta retráctil que puede transformarse fácilmente en una pista de baile.
Scheherazade es el título de una sinfonía del compositor ruso Nikolai Rimsky-Korsakov, lo que refuerza las sospechas de que quien está detrás de este lujoso barco puede ser un millonario ruso.
Los países de la Unión Europea (UE) aprobaron este miércoles la imposición de nuevas sanciones en respuesta a la invasión rusa de Ucrania, entre las que se incluyen añadir a más oligarcas, políticos rusos y sus familiares a la lista negra y desconectar a tres bancos bielorrusos del sistema internacional de comunicación SWIFT.
La UE ya había expulsado a siete bancos rusos del sistema interbancario, entre los que no están Sberbank (MCX:SBER), la mayor entidad del país, ni a Gazprombank, porque procesan gran parte de las operaciones energéticas con el bloque.
Además, congeló los activos del Banco central ruso en territorio comunitario y sancionó al presidente ruso, Vladímir Putin, y al ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, entre otros altos cargos gubernamentales, así como a la cúpula militar del país.
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