Shanghái (China), 23 mar (.).- Las acciones de la tecnológica china ZTE (HK:0763) se dispararon hoy en las bolsas de Hong Kong y Shenzhen tras recibir una sentencia favorable en un tribunal estadounidense que pone fin a cinco años de vigilancia por el incumplimiento de las sanciones a Irán.
Tras interrumpir su cotización durante algunas horas antes del anuncio, los títulos de ZTE en Hong Kong subían un importante 31,1 % pasadas las 13.30 hora local (05.30 GMT), mientras que en Shenzhen lo hacían en un 9,99 %, muy cerca del límite diario de variación del 10 %.
En un comunicado, la compañía confirmó que un juez de Texas decidió finalizar, tal y como estaba previsto, el citado período de vigilancia a la empresa.
Finalmente, ZTE no se enfrentará a ningún castigo adicional después de que la semana pasada fuera llamada a juicio por una supuesta conspiración para cometer fraude de visados, algo que podría haberse traducido en una infracción de los términos del período de vigilancia.
"La compañía está comprometida con la construcción de una empresa de clase mundial que cumpla (con las normas), haciendo del cumplimiento la piedra angular de su desarrollo estratégico y la esencia de sus operaciones, cumpliendo con las leyes y regulaciones aplicables de los países en los que opera", indicó hoy ZTE.
La tecnológica -especializada en telecomunicaciones- aseguró tener "confianza total" en su sistema de gestión del cumplimiento de las leyes.
En 2017 acordó pagar 1.192 millones de dólares al Gobierno estadounidense por violar la prohibición de exportaciones a Irán entre 2010 y 2016, pese a que en 2013 había prometido a las autoridades del país norteamericano que concluiría estas operaciones.
El acuerdo incluía una cláusula por la cual ZTE debería haber pagado otros 300 millones de dólares si no cumplía con lo pactado, algo para lo que se designó a un supervisor independiente que revisara las operaciones de la compañía china.
Sin embargo, desde entonces la compañía se ha visto envuelta en más problemas con Washington, que llegó a ordenar una prohibición total a su acceso a componentes estadounidenses, anulada tras el pago de otra multa de unos 1.000 millones de dólares y la aceptación de la presencia de inspectores del país norteamericano para certificar que ZTE no volvía a violar el citado acuerdo previo.