Madrid, 4 abr (.).- El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha advertido del riesgo que supone la fragmentación de normativas relativas a los estándares para medir la sostenibilidad de las inversiones a la hora de comparar productos y evitar el 'greenwashing' o ecopostureo.
"Existe un riesgo claro de que terminemos con un mosaico de estándares nacionales de divulgación que dificulte la comparación e integración de informes de emisores de todo el mundo. Y la cuestión es que la inversión en los mercados de capitales es, por definición, global", ha apuntado Buenaventura al hablar sobre el papel de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO) y otros supervisores.
Buenaventura en la inauguración de un congreso organizado por la Federación Europea de Sociedades de Analistas Financieros (EFFAS) en colaboración con el Instituto Español de Analistas y Acciona (BME:ANA) ha señalado que su papel como reguladores no es determinar cuánta inversión "marrón" o "verde" debe haber, pero sí es permitir que esta se desarrolle de una forma transparente.
"Establecer las bases de la información regulada para que los inversores puedan tomar sus decisiones (y los analistas puedan hacer sus investigaciones y recomendaciones) de forma sólida y sólida, con información precisa y sin 'greenwashing'", ha destacado el presidente de la CNMV al hablar sobre su tarea.
Para poner en números la creciente importancia de la sostenibilidad, Buenaventura ha señalado que algunas estimaciones apuntan que para 2025 puede haber alrededor de 80.000 compañías en todo el mundo informando sobre temas relacionados con la sostenibilidad; una cifra que aumentará hacia 2027, cuando solo la UE estima que habrá 49.000 empresas al final del período de transición.
Sostenibilidad y elección de productos
Buenaventura ha recordado también que la regulación de la UE sobre sostenibilidad incluye un enfoque de integridad de la información, que hace referencia a la conexión entre las preferencias de los inversores y sus carteras de inversión en el marco de la MiFID (directiva sobre el Mercado de Instrumentos Financieros).
"Básicamente, desde 2023 un asesor financiero no puede aconsejar a un cliente que invierta en un producto financiero que no se ajuste con las preferencias de sostenibilidad declaradas por el cliente. Lo mismo ocurre con un administrador de cartera. Y eso requiere, por supuesto, preguntar a los clientes en primer lugar sobre sus preferencias en cuanto a sostenibilidad en sus inversiones", ha apuntado Buenaventura.
De esta forma, la CNMV ha llevado a cabo una primera actuación horizontal de supervisión del cumplimiento de la normativa sobre preferencias de sostenibilidad por parte de las entidades que prestan servicios de inversión y cuyos resultados ha comunicado este jueves.
Según un comunicado de la CNMV, el resultado de esta consulta concluye que, en general, las entidades están preguntando por estas preferencias a sus clientes. Sin embargo, el grado de detalle de las preguntas varía bastante entre entidades.
Respecto al porcentaje de clientes que han indicado que sí tienen preferencias de sostenibilidad no es todavía elevado (en el entorno del 23% en promedio), lo que estaría alineado con las respuestas de la industria europea a la consulta de ESMA.