Helsinki, 27 jul (.).- La compañía petrolera finlandesa Neste (HE:NESTE) obtuvo un beneficio neto de 806 millones de euros en el primer semestre del año, un 122 % más que en el mismo periodo de 2020, gracias a las partidas extraordinarias, informó este martes la empresa.
Entre enero y junio, el beneficio bruto de explotación (ebitda) de Neste creció un 79,6 % en términos interanuales, hasta los 1.184 millones de euros, mientras que su ganancia operativa alcanzó los 920 millones de euros, un 127 % más.
No obstante, la empresa resaltó que su beneficio operativo comparable (sin contabilizar ganancias o pérdidas de inventario y otras partidas extraordinarias) se redujo un 18 %, hasta 542 millones de euros.
El grupo finlandés facturó 6.155 millones de euros, un 5,3 % más que en el primer semestre de 2020, gracias principalmente al aumento del precio de los combustibles, que contrarrestó con creces la caída de los volúmenes de ventas y la devaluación del dólar frente al euro.
Su negocio de derivados del petróleo, el más importante en cuanto a ingresos, facturó 2.890 millones de euros, un 6,1 % menos, pese al desplome de las ventas como consecuencia de la pandemia de covid-19.
Neste colocó en el mercado 6,49 millones de toneladas de combustibles fósiles, sobre todo gasolina y diésel, lo que supone un retroceso interanual del 51,4 %.
Esta división registró una pérdida operativa comparable de 66 millones de euros, frente a los 14 millones de ganancias del primer semestre de 2020, lastrada por las menores ventas y por la caída del margen de refinado, que disminuyó un 4,6 %, hasta los 7,97 dólares por barril.
También perdió rentabilidad su negocio de combustibles renovables, cuyo beneficio operativo comparable se redujo un 10 %, hasta los 580 millones de euros, pese al aumento de sus ingresos.
Neste vendió entre enero y junio 1,47 millones de toneladas de biocombustibles, un 1,9 % menos, pero esta división logró incrementar un 21 % su facturación, hasta los 2.563 millones de euros, por al aumento de los precios.
El 63 % de estos carburantes renovables, principalmente biodiésel producido en sus plantas de Porvoo (Finlandia), Rotterdam (Holanda) y Singapur, se comercializó en Europa y el resto lo vendió a clientes de Norteamérica.