actualiza la EC5456
París, 9 dic (.).- La rentabilidad de la banca europea se situó en máximos a mediados de año, con una media del 7,8 %, pero las perspectivas son inciertas por la ralentización económica y hay algunos indicios que apuntan a un empeoramiento de la situación.
Este es el panorama que dibuja la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés) en su ejercicio anual de transparencia en el que compara la situación y la evolución de 122 entidades financieras de 26 países del Viejo Continente.
La rentabilidad sobre capital, que se había hundido hasta un 0,4 % en junio de 2020 por efecto de la crisis del covid, se recuperó muy rápidamente desde comienzos de 2021 y ha estado por encima del 7 % desde entonces, salvo en el primer trimestre de 2022 (6,7 %).
Desde el comienzo de la serie a finales de 2014, la rentabilidad media de los bancos europeos sólo había alcanzado un techo del 7,7 % en dos trimestres, el primero de 2017 y el tercero de 2021.
ESPAÑA, EN CABEZA DE LA RENTABILIDAD
La banca española se colocó en el segundo trimestre de este año en el pelotón de cabeza, como "número uno" entre los grandes países europeos con una tasa ligeramente superior al 10 %.
Quedó así por delante de Suecia e Italia, que también estaban por encima de ese 7,8 % de la media europea y más aún de Francia (6,2 %) o Alemania (5,4 %).
En el conjunto de la Unión Europea, el país con mayores niveles de rentabilidad fue Eslovenia, que superó el 20 %; seguido de Rumanía y Grecia, que se quedaron ligeramente por debajo de ese umbral.
En el lado opuesto, figuraron Hungría, con un 5 %, y Malta, el único con rentabilidad negativa.
La EBA avisa de que la fuerte ralentización económica en la UE, particularmente acusada por los efectos de la guerra en Ucrania que podrían conducir incluso este invierno a una recesión técnica (dos trimestres consecutivos de caída de la actividad), dibuja un escenario con nubes.
En lo que se refiere a la calidad de los créditos que tienen los bancos en cartera, el porcentaje de morosos cayó al 1,8 % de media en el segundo trimestre de 2022, cuando un año antes era un 2,3 %.
Esa evolución positiva queda empañada cuando lo que se observa son los préstamos bajo vigilancia especial, es decir, aquellos que corren el riesgo de convertirse en morosos, ya que su porcentaje pasó en esos doce meses del 8,8 % al 9,5 %.
CRÉDITOS EN VIGILANCIA EN MÁXIMOS
Eso significa que en junio de 2022 se alzó al nivel más elevado desde que empezó la serie histórica en 2018 y en volumen llegaron a representar 1,45 billones de euros.
La progresión de esos préstamos que los bancos ponen en vigilancia ante el riesgo de que deriven en morosos fue del 14 % en un año, y se explica en un 80 % por sólo dos países, Francia y Alemania.
En las 10 entidades españolas analizadas por la Autoridad Bancaria Europea, la morosidad se situaba en el 2,8 % a cierre de junio de 2022, la novena peor cifra más elevada de los 26 países de la muestra, por detrás de Grecia, Polonia, Hungría, Chipre, Bulgaria, Portugal, Rumanía y Croacia.
Los mejores países en morosidad eran Suecia, Letonia, Estonia, Lituania, Alemania y Finlandia, República Checa, Luxemburgo y Países Bajos y Bélgica, todos ellos por debajo del 1,5 %.
Los bancos europeos se han mantenido con un nivel de solvencia confortable, con una ratio CET1 de capital de máxima calidad y adelantando los requerimientos normativos ("fully loaded") del 15 % al finalizar el segundo trimestre de este año.
Es verdad que esa cifra es inferior en medio punto a la de un año antes, pero si se mira la totalidad de la serie histórica, es también una de las más elevadas: sólo se ha llegado al 15,5 % en tres trimestres, y todos han estado desde finales de 2020.
ESPAÑA, FAROLILLO ROJO EN SOLVENCIA
España, con un 12,3 % en su conjunto a mitad de 2022, seguía estando a la cola europea en niveles de solvencia. Incluso Grecia, ahora con una ratio del 12,4 %, se alzó ya por encima de España en el segundo trimestre.
Por encima de España y Grecia, pero sin llegar tampoco a la media europea, quedaban Portugal, con una ratio del 13,3 %; Austria, con el 13,9 %; Italia, con el 14,3 %; Polonia, con el 14,5 %; Letonia, con el 14,8 % y Eslovenia, con el 14,9 %.
En el otro extremo de la balanza, los países con el sistema bancario con las ratios de solvencia más elevadas eran Islandia (20,3 %), Estonia (19,4 %), Luxemburgo (19,1 %), Suecia (18,4 %) e Irlanda (18 %).
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