Katmandú, 17 ago (.).- Las remesas de Nepal alcanzaron en el último año fiscal una cifra récord al ascender hasta 8.330 millones de dólares, según los datos publicados este miércoles por el Banco Central, una tendencia al alza ante la frágil situación económica del país que fuerza a muchos trabajadores a emigrar.
“El número de nepalíes que abandonan el país ha aumentado después de que se abrieran muchos destinos laborales tras la caída de los casos de la covid-19. Como resultado, ha aumentado el ingreso de remesas”, dijo a Efe Gunakar Bhatta, portavoz de Nepal Rastra Bank, el Banco Central nepalí.
Los 8.330 millones de dólares recaudados suponen un aumento del 2 % con respecto a los 8.114 millones en remesas con los que se cerró el año fiscal 2020-21.
Según las últimas estadísticas publicadas hoy por el banco, que hacen referencia al último año fiscal que concluyó el pasado julio, más de 637.000 personas recibieron permisos para trabajar en el extranjero en dicho periodo, o lo que es lo mismo, unas 1.750 personas abandonaron el país a diario.
Solo el año siguiente al terremoto que asoló Nepal en 2015 vio un mayor número de permisos de trabajo expedidos.
Arabia Saudí, con 188.981 permisos, seguido de Catar, con 185.013, y Emiratos Árabes Unidos, 122.644, recibieron la mayor cantidad de mano de obra nepalí el pasado año.
FRÁGIL ECONOMÍA
La escasez de oportunidades laborales fuera del sector agrícola en Nepal, lleva a muchos trabajadores a emigrar, lo que convierte la mano de obra en una de las principales exportaciones del país del Himalaya, señaló el Banco Central en su informe.
Esta situación ha llevado a que las remesas se hayan convertido en la columna vertebral de su economía en las dos últimas décadas, y a que la mayoría de hogares rurales dependan de los ingresos de al menos un miembro que vive en el exterior, continuó el documento.
En el año fiscal 1993-94, Nepal tan solo emitió 3.605 permisos de trabajo para emigrantes, una cifra que se disparó a partir del año 2000, cuando la insurgencia maoísta estaba en su apogeo y mató a decenas de miles de personas.
A pesar de que la guerra civil concluyó en 2006 con el acuerdo de paz entre los maoístas y el Gobierno, la economía nepalí todavía no se ha recuperado y muchos jóvenes nepalíes optan por abandonar el país y dirigirse principalmente hacia naciones de Oriente Medio, explicó a Efe el experto en migración laboral Jeevan Baniya.
“La combinación de la guerra civil que duró una década, la inestabilidad política y el desprendimiento de cargas afectó severamente el crecimiento económico y la creación de empleo del país. (...) La gente no tuvo otra opción y abandonó el país en masa”, dijo Baniya.
Sumada a la desaceleración económica provocada por la pandemia, el experto vaticina que el número de nepalíes que abandonen el país seguirá aumentando en los próximos años, sobre todo ahora que la demanda de trabajadores "no solo proviene de los países de Oriente Medio, sino también de las naciones desarrolladas que enfrentan graves crisis laborales, particularmente en el sector agrícola”, sentenció.
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