San Salvador, 18 abr (.).- Los ingresos acumulados por las exportaciones del café de El Salvador cayeron un 43% en la cosecha 2023-2024, respecto al ciclo anterior, según datos del gubernamental Instituto Salvadoreño del Café (ISC) divulgados este jueves.
Los datos oficiales indican que los ingresos por la exportación del grano entre octubre de 2023 y febrero de 2024 sumaron más de 19,57 millones de dólares (unos 18,39 millones de euros), frente a los 34,36 millones del mismo lapso de la cosecha 2022-2023.
La diferencia a la baja es de más de 14,79 millones de dólares, lo que equivale al 43% a la baja en los ingresos por estas exportaciones.
De igual forma, el acumulado en el volumen de exportación en el referido lapso también se redujo, pasando de 152.938 quintales oro-uva en el ciclo pasado a 94.270 en la actualidad, un 38,4 % menos.
Al cierre del ciclo 2022-2023, los ingresos por la exportación del café de El Salvador cayeron un 13,2 %, mientras que la producción y el empleo también registraron bajas del 4,84 % y 4,83 %, respectivamente.
La caficultura salvadoreña se ha visto golpeada por el hongo de la roya y la crisis climática, que la ha llevado a registrar, desde el ciclo 2013-2014, sus mínimos históricos de producción del grano.
El café es el principal producto agrícola de exportación de este país centroamericano.
En el ciclo actual la cosecha se ha situado en 840.087 quintales oro-uva, un 4,37 % menos que lo recolectado en el mismo lapso en la cosecha 2022-2023 que fue de 878.560 quintales, lejos de los más de 4,3 millones de quintales que el país llegó a cosechar en el ciclo 1992-1993.
A pesar de la disminución en la producción del grano, El Salvador es actualmente un renombrado lugar de origen de café de especialidad y el hogar de algunas de las variedades más apetecidas del mundo, como el Pacamara.
El café fue el principal motor de la economía salvadoreña en las décadas de 1920 y 1930, representando un asombroso 90 % de las exportaciones, todo cambió a finales del siglo XX.
El conflicto armado interno (1980-1992) afectó a la producción de café en todo el país y entre 1979 y 1986, en un período de solo siete años, la producción de café cayó en un 19%.
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