Shanghái (China), 16 abr (.).- Los precios de la vivienda nueva en China cayeron por décimo mes seguido en marzo, según datos oficiales publicados hoy, que apuntan a que la prolongada crisis del sector inmobiliario en el país asiático sigue sin tocar fondo pese a las medidas de apoyo anunciadas por las autoridades.
Los precios en 70 ciudades seleccionadas bajaron un 0,34 % con respecto al mes anterior, según cálculos efectuados por EFE en base a las cifras divulgadas por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), que reflejaron una disminución del 0,4 % en febrero.
De las mencionadas localidades, 57 experimentaron reducciones en el precio de la vivienda nueva frente a las 59 de enero, mientras que, en el caso de los inmuebles usados, la cifra aumentó de los 68 a los 69, con la urbe suroriental de Fuzhou siendo la única que registró un aumento intermensual.
Cálculos adicionales efectuados por Bloomberg muestran que los precios de la vivienda nueva cayeron un 2,7 % interanual -en febrero, el descenso había sido del 1,9 %- y que los de la vivienda usada bajaron un 0,53 % intermensual o un 5,9 % interanual.
Un informe de Goldman Sachs (NYSE:GS) citado ayer por el diario hongkonés South China Morning Post apunta a que las autoridades chinas necesitarían el equivalente a unos 2,1 billones de dólares para resolver los problemas del sector, citando específicamente la financiación para promociones sin terminar, la reducción del exceso de inventario de viviendas hasta "niveles normales" o poner freno a la contracción de la actividad de construcción.
También hoy, la ONE indicó que la inversión destinada a promoción inmobiliaria cayó un 9,9 % interanual en el primer trimestre.
Las cifras de la agencia estadística muestran asimismo que, hasta marzo, las ventas comerciales medidas por área de suelo descendieron un 19,4 % en comparación con el primer trimestre del año pasado; este indicador ya había caído un 24,3 % en 2022 y otro 8,5 % en 2023.
Uno de los grandes causantes de la reciente ralentización de la economía china es precisamente la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estimaba en torno a un 30 %, según algunos analistas.
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