León, 30 ago (.).- Los trabajadores de Vestas (CO:VWS) cumplen su tercer día en el campamento frente a las puertas de la factoría en Villadangos del Páramos (León) con el objetivo de seguir luchando por sus puestos de trabajo y recaudar dinero para la 'caja de resistencia' tras casi dos meses sin cobrar.
"Hay pesimismo sobre la continuidad de la planta, pero también hay mucho espíritu de lucha, buen ambiente y esperanzas tras involucrar a las distintas administraciones en el conflicto", ha explicado el miembro del comité de empresa Pablo Martínez.
Uno de los frentes abiertos por los trabajadores es recaudar dinero para unos empleados que llevan prácticamente dos meses sin ingresos económicos, tras los paros parciales y la huelga indefinida que mantienen desde el pasado 16 de julio.
Los trabajadores han organizado un puesto ambulante, que mueven por los distintos mercados de la zona del Páramo, en el que se venden mecheros y chapas sobre la reivindicación laboral de Vestas.
"No es mucho pero la gente se está volcando e incluso nos entregan comida aunque ese no es el fin del puesto", ha apuntado el representante sindical.
Además, los sindicatos están preparando una campaña de financiación colectiva o "crowdfunding" en redes sociales con el objetivo de recaudar fondos para los trabajadores.
Mientras, la representación laboral sindical intenta frenar junto a las administraciones el expediente de extinción de empleo presentado para los 362 trabajadores de la empresa, ya que si nadie lo remedia el próximo lunes se tendrá que constituir la mesa de negociación.
En este sentido, la Fundación Anclaje preparará un estudio y una serie de propuestas para mantener la carga de trabajo industrial y los empleos en Vestas y sus empresas auxiliares.
Los sindicatos siguen manteniendo contacto con los distintos comités de empresas de las subcontratas de Vestas, más de 40 empresas, para intentar organizar una movilización conjunta.
"Algo que parece difícil ya que Vestas está prometiendo a muchas de estas empresas que seguirá encargándoles carga de trabajo, por lo que se muestran reticentes a parar ante el miedo de que la empresa paralice los encargos", ha explicado Martínez.
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