Bruselas, 13 jul (.).- La mayor parte de los bancos europeos vigilados por la Junta Única de Resolución (JUR) ya han constituido el capital que se les exigirá el 1 de enero de 2024 para poder absorber pérdidas o recapitalizarse si están en riesgo de quiebra y evitar así un rescate pagado por el contribuyente.
Según informó este miércoles la JUR, responsable de planificar las estrategias en caso de crisis para los bancos de los 19 países de la eurozona, así como de Croacia y Bulgaria, las entidades han mejorado significativamente su capacidad de respuesta emitiendo instrumentos de deuda para crear estos colchones.
En concreto, a finales de 2021, el déficit para cumplir el mínimo de fondos propios y pasivos elegibles (MREL, en inglés) que exigen las normas europeas era de 32.600 millones de euros, equivalente al 0,45 % de los activos ponderados por riesgo, lo que supone un descenso en comparación con el déficit del 6 % registrado en el tercer trimestre y desde el 24 % del cierre de 2020.
La JUR ha publicado un análisis de cuán preparados están los bancos en caso de que tengan que ser sometidos a una resolución ordenada por Europa -como ocurrió por ejemplo en el caso del Banco Popular (BME:POP) español- y este refleja que las entidades han hecho progresos en los últimos años, sobre todo las más grandes o de importancia sistémica.
De hecho, la mayoría ya cumplen los objetivos finales de MREL que se les exigirán en 2024, según la agencia europea que preside Elke König.
Las entidades han avanzado sobre todo en materia de gobernanza, absorción de pérdidas y ejecución de rescates internos, con medidas importantes, por ejemplo, para llevar a cabo estos rescates internos con muy poco tiempo o mantener sus funciones críticas y líneas clave de negocio en caso de resolución.
Sin embargo, la JUR cree que se necesitan aún mejoras en 2022 y 2023, sobre todo para movilizar rápidamente liquidez y colateral en una resolución, automatizar los sistemas de información de cara a hacer una valoración de la entidad; y para reestructurar y separar sus capacidades tras una resolución.
"Identificar potenciales problemas de antemano y hacer los bancos aptos para la resolución es esencial para asegurar la estabilidad financiera", dijo en un comunicado König, que esta tarde participará en un debate con la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.
La JUR forma parte de las instituciones creadas por la Unión Europa a raíz de la crisis financiera de 2008 con el fin de mejorar la vigilancia de los bancos y asegurar que en caso de quiebra, los primeros en responder por los problemas son los accionistas y grandes acreedores de las entidades, de modo que no se repitan los rescates públicos de hace una década.
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