Las acciones de Mercedes-Benz (MBGAF) subieron casi un 5% en Fráncfort el jueves, después de que el fabricante de automóviles anunciara sus resultados financieros del último trimestre del año fiscal y aumentara su dividendo a los accionistas.
En el último trimestre del año fiscal, la empresa experimentó una reducción del 21,5% en sus ingresos netos, hasta 3.160 millones de euros (3.420 millones de dólares), cifra que superó las previsiones de los analistas financieros, que apuntaban a 2.800 millones de euros.
Aunque el número de coches y furgonetas vendidos disminuyó, los ingresos del trimestre sólo bajaron un 1,8%, hasta 40.260 millones de euros, superando la previsión media de 39.150 millones.
En el conjunto del ejercicio, los ingresos de la empresa aumentaron un 2,1%, hasta 153.220 millones de euros.
De cara al futuro, Mercedes prevé que su beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT) para el grupo en 2024 será ligeramente inferior a los 20.460 millones de euros del año anterior, lo que supuso a su vez una reducción del 3,9% respecto al ejercicio precedente.
La empresa espera que los ingresos se mantengan constantes a pesar de los retos geopolíticos y económicos, al tiempo que prevé que el flujo de caja libre (FCF) industrial de la empresa no alcanzará el total del año anterior de 11.300 millones de euros, según el comunicado de la empresa.
"El clima económico actual y las condiciones del mercado automovilístico están marcados por un nivel inusual de imprevisibilidad", declaró Mercedes.
"En particular, pueden producirse cambios imprevistos como consecuencia de incidentes geopolíticos y cambios en las políticas comerciales".
Al mismo tiempo, Mercedes aumentó su dividendo a 5,30 euros por acción, frente a los 5,20 euros del año 2022. La empresa también reveló un nuevo programa de recompra de acciones por valor de hasta 3.000 millones de euros, que sucede a un programa de 4.000 millones de euros del año anterior.
El fabricante de automóviles también tiene previsto aplicar una política de distribución de su FCF total anual de automoción a sus accionistas.
Esto se llevará a cabo mediante un reparto de dividendos del 40%, mientras que el FCF restante se destinará a la recompra de acciones. La ejecución de esta estrategia depende de recibir las autorizaciones necesarias del consejo de administración de la empresa o de sus accionistas.
"Aunque algunos inversores podrían haber estado anticipando un programa de recompra de acciones revisado y mejorado, la nueva política de la empresa de distribuir la totalidad del flujo de caja industrial (una vez deducidas las fusiones y adquisiciones de menor importancia) representa un paso audaz hacia el aumento de la rentabilidad para los accionistas", comentaron en un informe los analistas financieros de Bernstein.
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