Shanghái (China), 17 nov (.).- Los impagos de bonos 'offshore' por parte de empresas chinas subieron un 28 % interanual en los tres primeros trimestres de 2021, y seguirán aumentando en 2022, según un informe publicado hoy por la agencia de calificación de deuda Moody's (NYSE:MCO).
El documento también apunta que el importe de los impagos de los bonos 'onshore' -es decir, los cotizados en yuanes a través de mercados nacionales- de las compañías chinas subió un 19 % en el citado período.
"Esperamos que los impagos sigan aumentando a lo largo de 2022, pero el número de morosos y el valor seguirá siendo bajo en comparación con el total de (deuda en) los mercados de bonos 'onshore' y 'offshore'", indica la agencia.
La vicepresidenta de Moody's Jessie Tung pronostica que las autoridades del país "animarán a las empresas chinas en apuros a que reestructuren sus deudas o a que inicien procesos de liquidación a través de los tribunales".
En su opinión, Pekín "tomará cartas en el asunto para garantizar la estabilidad" en el supuesto de que los impagos de los bonos pudieran "desencadenar riesgos para el sistema".
Moody's cree que aumento de los impagos se debe a las restricciones a la financiación a las compañías con más problemas de deudas de sectores como el inmobiliario, y a la "creciente aversión al riesgo" por parte de los inversores.
En las últimas semanas los mercados han centrado sus miradas en la situación del sector inmobiliario chino, en el que varias promotoras han incurrido en impagos, extremo al que por el momento no ha llegado el endeudado gigante que hizo saltar todas las alarmas, Evergrande (HK:3333), que acumula un pasivo superior a los 300.000 millones de dólares tras años en los que apoyó su crecimiento en agresivas políticas de apalancamiento.
Las inmobiliarias que más peligro corren son las que presentan una alta tasa de apalancamiento, dependencia de los mercados de bonos, acceso limitado a diversos canales de financiación o un alto volumen de deudas con vencimiento cercano.
El informe también apunta que Pekín está dando cada vez menos apoyo a las empresas estatales que no son estratégicas y que se encuentran en una posición de debilidad financiera, y que el valor de los impagos de las compañías públicas superó en 2020 al de las privadas por primera vez.
Las autoridades, asegura Moody's, "tomarán medidas y asumirán posiciones de coordinación" en los procesos de reestructuración de las compañías en apuros financieros: "Esto será especialmente cierto en situaciones con riesgos de contagio".
Según la agencia calificadora, los acreedores -especialmente, los institucionales de mayor tamaño- habrán de asumir parte de la carga y probablemente incurrirán en pérdidas como resultado de los citados procesos, que, no obstante, ayudarán a "desarrollar un mercado chino de bonos más maduro, líquido y basado en riesgos" si se llevan a cabo de manera "transparente y eficaz".