Nvidia (NASDAQ:NVDA) ha tomado la delantera en la carrera por la rentabilidad de la industria de semiconductores, superando a competidores como Intel (NASDAQ:INTC) y TSMC con unos asombrosos ingresos de 18.120 millones de dólares en el tercer trimestre y unos beneficios de 10.420 millones de dólares. Esto supone un aumento interanual del 206%, impulsado en gran medida por el énfasis estratégico de la empresa en los chips de IA durante el actual auge de la IA generativa.
El investigador financiero Dan Nystedt, con sede en Taipei, reconoció el significativo salto de Nvidia desde su posición en el primer trimestre, atribuyendo su éxito a las sólidas ventas de chips de IA para centros de datos. La división de Data Center de la compañía ha sido un motor clave de este crecimiento, capitalizando la amplia cartera de propiedad intelectual de Nvidia a pesar de su dependencia de TSMC para la fabricación de chips.
Mientras Nvidia celebra su lucrativo trimestre, Samsung (KS:005930) Semiconductor se enfrenta a desafíos con una caída de ingresos de 12.520 millones de dólares y pérdidas por valor de 2.860 millones de dólares. El declive del mercado de las memorias ha afectado a Samsung Semi, aunque está avanzando en su recuperación con la introducción de la DRAM LPDDR5X y el avance en la producción de chips de computación de alto rendimiento (HPC) bajo la dirección de Ki-bong Jeong.
Por el contrario, TSMC registró unos sustanciosos ingresos de 17.280 millones de dólares con unos beneficios de 7.210 millones en el mismo trimestre. Por su parte, Intel experimentó unas pérdidas menores en el tercer trimestre, de 8 millones de dólares, con unos ingresos totales de 14.160 millones.
La industria de los semiconductores no está exenta de problemas medioambientales. Greenpeace ha pedido a empresas como Samsung Semiconductor, que tiene una calificación D+ en descarbonización, que mejoren sus prácticas. Competidores como Foxconn (TW:2354) están avanzando en ratios de energías renovables, mientras la industria se enfrenta a unas emisiones potenciales de decenas de millones de equivalentes de CO2 para 2030. El compromiso de Samsung de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 pone de manifiesto la urgencia de abordar no sólo las emisiones directas, sino también las procedentes de las cadenas de suministro.
Mientras Nvidia lidera el pelotón con su rentable estrategia centrada en la IA, Samsung Semiconductor se prepara para volver con avances tecnológicos y un compromiso con la responsabilidad medioambiental, a pesar de los reveses financieros actuales.
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