Por Mathieu Rosemain y Gwénaëlle Barzic
PARÍS (Reuters) - Orange (PA:ORAN) no está analizando actualmente comenzar cualquier conversación de fusión con sus principales rivales en Europa tras el fracaso a principios de mes de un acuerdo con Bouygues (PA:BOUY) para crear un operador dominante en Francia.
La operación con Bouygues habría reducido a tres el número de operadores en Francia y probablemente habría acabado con la guerra de precios iniciada en 2012 con la llegada de la filial de bajo coste de Illiad, Free Mobile.
El colapso del acuerdo ha hecho surgir las preguntas sobre qué hará Orange. Ha habido mucha especulación durante los últimos años respecto a una fusión multimillonaria entre Orange y otros grandes del sector en Europa como Deutsche Telekom (DE:DTEGn) y Telecom Italia (MI:TLIT).
"No hay absolutamente ningún proyecto en el que se esté trabajando con la vista puesta en ningún incumbente europeo", dijo el director financiero Ramón Fernández en una conferencia con analistas tras la publicación de resultados del primer trimestre.
También afirmó que las conversaciones para una fusión en Francia probablemente se reanudarán "en algún momento" sin dar un calendario.
Las acciones de Orange llegaron a subir casi un 3 por ciento tras los comentarios de Fernández. Después se relajaron hasta un alza del 0,64 por ciento, valorando la compañía con sede en París en alrededor de 39.050 millones de euros.
"Se trata de una señal bastante buena", dijo Jacques de Greling, analista de Natixis (PA:CNAT).
"Un acuerdo con otro operador de telecomunicaciones tradicional significa un acuerdo transfronterizos, sin sinergias. Esto habría dado lugar a una muy mala asignación del capital".
El CEO de Orange Stéphane Richard, dijo a principios de este año que la clave para crecer en el sector era la convergencia de redes fijas y servicios móviles, en lugar de grandes fusiones y adquisiciones transfronterizas.
Orange, el ex monopolio estatal de telecomunicaciones de Francia, anunció un ligero aumento en las ventas entre enero-marzo, ayudado por el crecimiento de la demanda de servicios de banda ancha fija y móvil en España.
Precisamente respecto al mercado español, el consejero delegado de la filial española, Laurent Paillassot, descartó una operación de salida a bolsa de esta división en 2016, una operación "en proyecto" pero que difícilmente se ejecutará a corto plazo.
"No es un prioridad para nosotros en 2016. Va a ser una decisión del grupo. Hoy el grupo ha dicho que puede ser una opción pero no hay un proyecto hoy para hacerlo en España", dijo Paillassot en un encuentro con periodistas.
Los ingresos totales del grupo crecieron un 0,6 por ciento a 10.010 millones de euros, mientras que el beneficio operativo bajó un 1,6 por ciento a 2.569 millones de euros.
Orange confirmó sus objetivos para 2016, incluyendo obtener un beneficio operativo estructural más alto que en el año 2015 sobre una base comparable.
Orange, que logra alrededor de la mitad de sus ingresos en Francia, tiene como objetivo aumentar su cifra de negocios principalmente impulsando su expansión en África y ofreciendo nuevos servicios bancarios después de la adquisición del 65 por ciento de Groupama Banque en Francia.
(Editado por James Regan y Jane Merriman, información adicional de Andrés González en Madrid)