La Haya, 12 sep (.).- Los planes del Gobierno neerlandés de reducir los movimientos en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam costarán “miles de puestos de trabajo” a la aerolínea KLM, según advirtió este martes Dario Fucci, miembro del comité de empresa que reúne a los 27.000 empleados de la compañía aérea de Países Bajos.
El Ejecutivo neerlandés presentó hace dos semanas a la Comisión Europea su plan para reducir el número de vuelos en el aeropuerto de Ámsterdam de los 500.000 actuales a 452.000 el próximo año, aunque esa es una cifra inferior a la anunciada previamente, que tampoco incluye una prohibición de los aviones privados y el tráfico aéreo nocturno.
“Menos espacio significa menos aviones y menos personal. Es así de simple”, advirtió Fucci al diario neerlandés De Telegraaf.
En su opinión, KLM se verá afectada “de forma desproporcionada” por estos planes porque “es una aerolínea que vuela por todo el mundo y tiene su base aquí, lo que difiere de, por ejemplo, Ryanair (LON:0RYA) o Easyjet (LON:EZJ), que vuelan (principalmente) en Europa y, por tanto, dentro de un mercado concreto. Es posible que nos quiten derechos de aterrizaje en otros países porque otras aerolíneas también podrán volar menos a Schiphol por estos planes de contracción”.
Estados Unidos ya amenazó con sanciones contra la aerolínea neerlandesa si se reduce el número de vuelos internacionales permitidos en Ámsterdam.
Fucci recordó que KLM presentó un plan alternativo para evitar la reducción de personal. “Invertimos miles de millones en una flota más silenciosa y luego nos castigan. Esto es el mundo al revés (…) No se ha hecho nada al respecto durante años, ¿Por qué KLM tiene que sufrir ahora el hecho de que el ministro no tenga su propia casa en orden?”, lamentó.
Bruselas aún debe aprobar el plan y el Parlamento neerlandés votará este martes si el actual gobierno interino podrá seguir trabajando en este plan, o considerará este un tema "controvertido", por lo que tendrá que esperar a la formación de un nuevo gobierno después de las elecciones del 22 de noviembre.
El paquete incluye el uso de aviones menos ruidosos por la noche (entre las 23:00 y las 07:00 horas), reducir aún más el uso de las pistas, y limitar el número de vuelos nocturnos a 28.700 movimientos (había un máximo de 32.000) y los movimientos aéreos en general a 452.500 vuelos (eran un máximo de 500.000).
Según el Gobierno, este paquete supone una reducción del ruido de aproximadamente un 15 % durante el día y un 15 % durante la noche, aunque todavía “deben tomarse medidas para reducir el 5 % restante” necesario para poder alcanzar el objetivo total de reducir la contaminación acústica total en un 20 %.
El Gobierno está examinando un plan propuesto por Schiphol para el cierre nocturno parcial, lo que podría permitir el alcance de ese 5% restante.