LONDRES (Reuters) - Los reguladores han concedido una prórroga de última hora a tres cámaras de compensación en Alemania y Reino Unido, que dispondrán de más tiempo para dar a los clientes más opciones en el marco de las nuevas normas de los mercados de la Unión Europea que entraron en vigor el miércoles.
Uno de los objetivos de la Directiva Europea de Mercados e Instrumentos Financieros, popularmente conocida como MiFID II, es facilitar que las personas elijan dónde compensar los contratos de derivados cotizados que compran y venden.
Esto se hará mediante una norma de "acceso abierto", que impide cualquier requerimiento de compensar un contrato de derivados dentro de la misma plataforma en la que se realizó el contrato.
Pero el regulador financiero británico FCA dijo que recibió solicitudes de una prórroga para el acceso abierto de ICE Futures Europe y de London Metal Exchange.
Estas plataformas no tendrán que aplicar todavía los cambios que permitan a los clientes compensar los contratos en otra parte tras concederles la FCA una disposición temporal en aras de un funcionamiento ordenado del mercado.
"Por tanto, con efectos a partir del 3 de enero de 2018, ICE Futures Europe y LME no tendrán que considerar las solicitudes de acceso abierto ... relacionadas con derivados negociados en mercado, hasta que expire el período de transición el 3 de julio de 2020". BaFin, el regulador de los mercados alemanes, anunció a última hora del martes que había otorgado la misma prórroga a Eurex, la filial de compensación de Deutsche Boerse (DE:DB1Gn).
El acceso abierto ha sido una característica en el trading y la compensación compartida durante muchos años, pero su implantación en los derivados cotizados ha generado divisiones.
Algunos europarlamentarios y Deutsche Boerse han advertido sobre los riesgos para la estabilidad financiera de abrir la compensación de derivados a otros competidores, aunque los críticos ven esto como una excusa para evitar una mayor competencia.
Esta mañana, entraba en aplicación la amplia y compleja reforma de los mercados financieros comunitarios que busca una mayor transparencia en las transacciones y una mejor protección de los inversores para que no se repita una crisis financiera como la que sacudió a los mercados globales entre 2007 y 2009.