Barcelona, 24 feb (.).- El grupo inmobiliario Renta Corporación (BME:REN) cerró 2022 con un beneficio neto de 3,6 millones, un 48 % menos, debido a la elevada inflación y al alza de tipos de interés, que provocaron un incremento de los costes de la construcción y de la financiación.
Según los resultados financieros comunicados a la CNMV, la cotizada facturó 61,3 millones, es decir, un 26,8 % menos.
De este total, 47,8 millones corresponden al negocio transaccional, que debido al contexto económico se ha visto afectado por "una ralentización en el cierre de las operaciones y en las nuevas decisiones de inversión".
Otros 13,4 millones en ingresos los generó el negocio patrimonial, un apartado que el grupo ha impulsado con la creación en 2022 de Cabe -una línea de negocio dedicada al alquiler de trasteros urbanos- y de la socimi Wellder junto al fondo holandés APG -que se propone invertir en residencias de mayores ubicadas y acaba de cerrar su primera operación por 7,5 millones-.
Estas dos sociedades se suman a la socimi Vivenio, fundada en 2017 y también participada por APG, enfocada en este caso al segmento residencial.
La compañía indica, asimismo, que "ha mantenido a lo largo del ejercicio una sólida posición financiera y un bajo nivel de endeudamiento, del 32 % sobre el activo total".
Por otro lado, ha incrementado sus costes en un 5 %, "como consecuencia principalmente de la actualización de los costes de personal en función del coste de la vida y del refuerzo de la estructura para acometer los nuevos proyectos de la compañía".
La cartera de negocio de Renta Corporación a cierre de 2022 alcanza los 76,9 millones de euros, un 23 % más que en 2021, concentrándose en activos de uso residencial e industrial.
Entre las operaciones cerradas en 2022, la sociedad remarca la compra de dos activos logísticos en Ripollet (Barcelona) y Toledo, un importante local comercial en Madrid y tres fincas residenciales en Barcelona y Madrid, que se han sumado a su cartera de negocio transaccional.