Madrid, 10 abr (.).- La empresa española Safe Iberia, nacida en pleno confinamiento por la pandemia y centrada en la fabricación de productos sanitarios, sobre todo mascarillas quirúrgicas, prepara su expansión internacional por Europa, Latinoamérica y África, lo que disparará su facturación en 2022 hasta los 8 millones de euros.
Según ha explicado el consejero delegado de Safe Iberia, Eduardo Alonso, en una entrevista con Efe, la empresa, que cuenta con apenas un año de vida, cerró 2020 con una facturación de 1,7 millones y prevé casi duplicar sus ingresos durante este año hasta los 3 millones de euros.
Creada en abril, durante el primer estado de alarma, la firma no recibió la maquinaria necesaria para fabricar material sanitario hasta el 24 de julio, por lo que no pudo empezar a vender a través de su web hasta principios de agosto.
Hoy la empresa vende entre 9 y 12 los millones de mascarillas quirúrgicas, aunque puede fabricar hasta 26 millones mensuales en su planta de 1.800 m2 de San Fernando de Henares (Madrid). Además, tiene presencia en 631 farmacias españolas y espera llegar a 4.600 en 2022, lo que supondría más de un 20 % del total.
Con estos números, Alonso busca colaborar con empresas de Perú, Colombia y Chile para crear plantas locales de producción de material sanitario, mientras que en África, donde ya cuenta con apoyo de dos mayoristas en Sudáfrica, la expansión será más complicada debido a la falta de regulación existente.
En cuanto a Europa, Alonso piensa que aún existen grandes deficiencias en el mercado continental y señala a Portugal como ejemplo de país que está empezando a cerrar convenios de colaboración público-privada para ser autosuficientes en material sanitario.
UNA .PAÑÍA DE CERO SIN EXPERIENCIA
En diciembre de 2019, el consejero delegado de Safe Iberia, que tiene una oficina en Hong Kong desde 2006, empezó a recibir preguntas de sus clientes sobre la exportación de productos sanitarios y vio que en algunas fábricas chinas se habían duplicado los lineales de producción.
Con su conocimiento del mercado asiático e internacional, y viendo que muchas empresas europeas habían empezado a abastecerse con mascarillas y otro material sanitario, decidió crear Safe Iberia con el objetivo de ser un fabricante 100 % nacional.
Alonso asegura que, tras montar de cero la fábrica, todo el proceso ha sido un aprendizaje continuo, ya que el conocimiento de los operadores era cero, todo el material provenía de Asia y no había fabricantes europeos.
Pese a ello, y casi un año después de crear la compañía, Alonso asegura que hubo mucho intrusismo en el sector durante los primeros meses de la pandemia, ya que el 30 % de los fabricantes que había en diciembre ya han cerrado.
"ESPAÑA PUEDE SER LA REFERENCIA DE EUROPA"
"No volveremos a coger un avión o un tren en el espacio Schengen sin llevar mascarilla en los próximos 3 o 4 años", asegura Alonso, convencido de que las quirúrgicas han llegado para quedarse y pide compromiso a los políticos.
"Nosotros tiramos de fondos propios para montar Safe Iberia, pero si hubiera inversión e interés seríamos un referente europeo", cree Alonso, que asegura que si se crea un "hub" en España, se podría contar de manera constante con 250 millones de mascarillas disponibles en un plazo de 24 horas.
En su opinión, si España no invierte en infraestructuras y apuesta de manera decidida por el sector, "lo hará otro país europeo y volveremos a llegar tarde".
En este sentido, destaca también la posibilidad de crear empleo nacional, ya que la compañía ha contratado a 31 trabajadores desde abril, el 86 % mujeres, dando prioridad a mayores de 45 años con dificultades para reincorporarse al mercado laboral.
El plan de negocio de Alonso al crear la compañía era claro: que todo el ciclo de producción de las mascarillas (compra de materia prima, fabricación, almacén y distribución) lo hiciese la propia compañía en su fábrica de Madrid.
Además, Alonso pide que se regulen las normas del mercado y que todas las mascarillas cumplan las normas europeas y nacionales, y lamenta que muchos de los productos que se venden en las grandes superficies no cumplen la legislación.
En cuanto al futuro, y pese a que el sector más importante para las ventas de la compañía sigue siendo el sanitario, Alonso espera abrirse hueco en el sector corporativo, con la intención de que las empresas ofrezcan a los empleados sus mascarillas.