Signa Holding, el gigante inmobiliario austriaco propiedad del inversor René Benko, va a recibir una importante inyección de liquidez de 600 millones de euros para hacer frente a sus obligaciones financieras inmediatas y acelerar su reestructuración, según informan los medios de comunicación. El préstamo, garantizado a tipos de interés elevados con activos de Signa Prime como garantía, es un movimiento estratégico para gestionar un importante reembolso de deuda de 1.500 millones de euros que vence a mediados de 2024. En medio de estas maniobras financieras, René Benko ha abandonado sus funciones directivas en la empresa.
El grupo suizo de banca privada Julius Baer (SIX:BAER) se ha visto sometido al ojo regulador de Finma debido a su importante exposición al riesgo derivado de los préstamos concedidos a Signa Holding GmbH, propiedad de Benko. Las directivas del Banco Central Europeo obligan a bancos como Julius Baer a reevaluar sus carteras de préstamos, y aumenta la preocupación por los problemas de liquidez y la caída del valor de los inmuebles comerciales. Julius Baer ya reservó 70 millones de francos a principios de noviembre para posibles pérdidas y registró una depreciación de 82 millones de francos vinculada a la financiación de la adquisición de Globus por Signa. Esta medida refleja el intento del banco de mitigar los riesgos asociados a posibles impagos.
Estos acontecimientos han tenido un impacto notable en los mercados financieros, afectando particularmente a Julius Baer. El banco experimentó el lunes una brusca caída del 12% en el valor de sus acciones, haciéndose eco del tipo de volatilidad del mercado observada durante la pandemia. Esta caída significa un creciente malestar de los inversores en relación con la implicación de Julius Baer en los problemas financieros de Signa.
Mientras Signa Holding atraviesa este turbulento periodo, la empresa ha contratado a un especialista en reestructuración empresarial para que dirija el camino a seguir. La empresa necesita urgentemente unos 500 millones de euros para hacer frente a sus necesidades financieras inmediatas y busca otros 1.500 millones de euros para mediados de 2024. Esta necesidad surge ante la caída de los mercados inmobiliarios comerciales, que ha afectado considerablemente a las valoraciones de los activos y ha aumentado la urgencia de una planificación financiera estratégica.
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