El jueves, B.Riley fijó un nuevo precio objetivo para Solo Brands (NYSE: DTC), reduciéndolo a 2,20 $ desde los 4,00 $ anteriores, al tiempo que mantiene una postura neutral sobre las acciones de la empresa. El ajuste se produce tras los resultados de la empresa en el cuarto trimestre, que se alinearon con las cifras anunciadas previamente, y la publicación de sus previsiones de margen EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) ajustado para 2024. Las previsiones apuntaban a un EBITDA inferior a las expectativas del mercado, con una horquilla de entre 49 y 60 millones de dólares, frente a los 70 millones previstos.
El déficit se atribuye al aumento del gasto en inversiones de ventas, generales y administrativas, incluida la contratación interna y los esfuerzos de marketing externo. A pesar de estos retos, el recién nombrado Consejero Delegado, Sr. Metz, ha sido visto como una señal de potencial monetización de la cartera de marcas. Sin embargo, el CEO aclaró que Solo Brands no está en venta, haciendo hincapié en un compromiso con el crecimiento orgánico y las mejoras internas.
Se ha tomado nota de la confianza del Consejero Delegado en abordar los problemas de la empresa, pero se espera que el mercado adopte una actitud prudente de "esperar y ver". Se prevé que la evolución futura del canal de venta directa al consumidor sea un factor decisivo para el movimiento de las acciones. A raíz de estos acontecimientos, B.Riley ha revisado sus estimaciones y ha reiterado su calificación neutral, con un precio objetivo que pasa de 4,00 a 2,20 dólares.
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