Berlín, 20 feb (.).- La huelga de personal de tierra de la aerolínea Lufthansa (ETR:LHAG) convocada por el sindicato alemán ver.di en los aeropuertos de Fráncfort, Múnich, Hamburgo, Berlín, Düsseldorf, Colonia y Stuttgart obligó este martes a suspender la mayoría de los vuelos de la aerolínea.
Un portavoz, Martin Leutke, anunció que se habían cancelado el 90 % de los vuelos previstos para hoy, lo que había afectado a 100.000 viajeros y causado a Lufthansa millones en pérdidas, según declaraciones citadas por medios alemanes.
En Fráncfort, el aeropuerto con el mayor tráfico de pasajeros de Alemania y uno de los más concurridos de Europa, se tuvieron que suspender 700 despegues y aterrizajes.
En la capital, Berlín, se cancelaron todos los vuelos operados directamente por la aerolínea, 50 en total, mientras que por el momento no se han visto afectadas las operaciones de las filiales Eurowings, Swiss, Austrian Airlines o Brussels Airlines.
En Múnich, al sur del país, se lograron mantener unos 70 vuelos de los aproximadamente 400 que estaban previstos, según informó una portavoz del aeropuerto.
La convocatoria de huelga dura desde las 04.00 de la madrugada de este martes (03.00 GMT) hasta las 07.10 horas del miércoles (06.10 GMT).
El trasfondo son las disputas salariales entre la aerolínea y los aproximadamente 25.000 empleados que forman parte del personal de tierra de las empresas del grupo, entre las que se cuentan Lufthansa Technik, Lufthansa Cargo, Lufthansa Engineering, entre otras, tras el fracaso de la tercera ronda de negociaciones el pasado 12 de febrero.
Lufthansa, según un portavoz, había ofrecido una subida de aproximadamente un 10 % a lo largo de 12 meses, así como el pago "en un futuro próximo" de una suma libre de impuestos de 3.000 euros para compensar la inflación.
Según el sindicato de servicios, el 96 % de los empleados rechazaron la oferta de subida salarial por considerarla insuficiente, ya que ver.di exige un incremento del 12,5 % y al menos 500 euros al mes durante 12 meses.
Una huelga de 27 horas de duración ya paralizó en gran medida las operaciones en los aeropuertos de Fráncfort y Múnich a principios de febrero.